Hay casos en el toreo que merecen una profunda reflexión y, Enrique Martínez Chapurra es el acreedor de la misma. No en vano, el diestro de Andújar lleva muchos años en la profesión y, pese a todo, sigue viviendo de la misma, un lujo que no todos pueden esgrimir porque, aquello de torear poco y poder sobrevivir ya es toda una hazaña.
Pero no es una cuestión de supervivencia porque, Enrique, como millones de personas, sería capaz de ganarse la vida en el ámbito que fuere, agallas la tiene todas. Lo de él es algo muy profundo porque después de tantos años, su toreo sigue oliendo al mejor perfume del mundo. ¡Y eso que no torea!
Enrique Martínez Chapurra toreando a la verónica
Me encanta saber que Chapurra es un hombre respetado entre los compañeros, los ganaderos y los aficionados. Si se me apura, claro está, solo necesita de la comprensión de los empresarios que, en definitiva, son los que podrían contratarle.
Enrique Martínez lleva muchos años suspirando porque le pongan en Madrid y, como él dijera: “Quiero confirmar mi alternativa en Madrid, es una deuda que tiene conmigo la propia vida” Se trata de un acto de humildad al más alto nivel, algo que no he visto en ningún torero.
Chapurra toreando en el campo en la finca de Peñas Blancas, Mérida
Madrid es su sueño, algo que deberíamos decirle al señor Simón Casas que, como empresario de Madrid, tiene frente a sí mismo un caso similar a él que, tras doctorarse y no rodar las cosas como él quería, abandonó para siempre, sin duda, la máxima de Chapurra que no está en el toreo para molestar a nadie.
Cierto y verdad que Enrique no quiere irse al otro mundo con la misma pena que se marchó El Pana que, como sabemos, su única ilusión era poder confirmar su alternativa en Madrid; no pudo ser y Rodolfo se llevó a la eternidad el sueño que jamás pudo cumplir. Es más, yo diría que tras una trayectoria como la de Chapurra, por lógica, debería ser escuchado por la empresa de Madrid y que el señor Simón Casas le diera la oportunidad de confirmar su alternativa; preparado lo está como nadie.
Cartel de un tentadero solidario con Sanchez Puerto y Chapurra
Chapurra es el eterno sobresaliente, pero dentro de su alma anida un torero excepcional como lo demuestran las imágenes que mostramos, así como los videos que circulan por la red en los que podemos ver la clase de Enrique Martínez frente a los toros que suele torear en distintas ganaderías.
Enrique es el eterno discípulo de Antonio Sánchez Puerto, no en vano, ambos diestros entrenan a diario, uno por lograr su sueño caso de Enrique de poder torear en Madrid; y Sánchez Puerto por aquello de estar en forma y, a su vez, de impartirle lecciones al que es su amigo, justamente, del que tan dichoso se siente al comprobar que ha asumido sus lecciones.
Un lance a la verónica en la finca antes citada, obra de Chapurra
Mucha suerte para Enrique Martínez Chapurra al que recordamos como un hombre de bien y un torero de enorme vocación puesto que, los años, en vez de apagarle, han servido para asolerarle en su arte, algo que demuestran sus actuaciones como sobresaliente y, lo que es mejor, sus labores de campo las que a diario demuestran, frente a un toro de verdad, su auténtica vocación por la profesión a la que ama.