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Con un cuarto de entrada se han lidiado novillos de José Luis Pereda, de distinto juego.
Juan Carlos Carballo, silencio tras aviso en su lote
Jesús Diez 'El Chorlo', silencio tras dos avisos y silencio tras aviso
Adrien Salenc, ovación tras dos avisos y silencio. Adrien Salenc con la diestra. Foto: plaza1
Los novillos en su mayoría hoy han sido penosamente picados, con castigos en la paletilla incluso propinándoles rajazos en el lomo, desangrándolos por completo. Sobre todo se han cubierto de gloria tanto Teo Caballero en el segundo de la tarde, como Carlos Pérez en el sexto, incluso tampoco estuvo acertado en el primer encuentro Pedro Iturralde, algo que me resulta muy extraño, en el tercero. Una cosa que sí me gustaría puntualizar, aunque con esto para nada quiero quitar parte de culpa a los varilargueros, es que hay que cuidar mucho las lidias y que pusieran bien a los animales en suerte.
Aparte de esto, los novilleros realizan unas faenas interminables, que unido a la mala actuación con los aceros, hacen el festejo inaguantable en los tendidos. Alguien debería decir a estos jóvenes espadas que cuando en las primeras series, no ha dicho mucho a los tendidos, ya es muy difícil que la actuación coja fuerza.
Pero entre todo este negro panorama, hubo un rayo de luz que nos hizo ilusionarnos. El comportamiento del tercer novillo de la tarde, fue bastante bueno, yendo a más en su condición y durando una gran cantidad de series. El novillero francés que al inicio quiso lucirlo, no llegó a estar a la altura de su oponente.
Abría cartel Juan Carlos Carballo. Su primero un animal que estaba justo de fuerzas, perdiendo en varias ocasiones las manos, en la muleta no rompió nunca en sus embestidas y estaba bastante medido. El joven lo recibió con unos lances a la verónica, ganando terreno a los medios y rematado con una gran media. Con la muleta lo quiso intentar pero tuvo que medirle mucho, ya que sino su oponente claudicaba perdiendo las manos. Al final se puso un poco pesado acortando las distancias, sin venir a cuento. Y con los aceros tuvo una mala actuación, dejándole tres pinchazos y una estocada muy baja de colocación haciendo guardia, teniéndolo que rematar con dos golpes de verduguillo.
En el cuarto de la tarde, un animal con mucho cuajo y hondura, en los primeros tercios, hubo bastante desorden, dándole una pésima lidia. Ya con la muleta en mano, la res desde el inicio estuvo muy acobardada en los terrenos de tablas de chiqueros, de donde costó mucho sacarlo. Juan Carlos lo estuvo intentando, pero sin ningún tipo de opción para el lucimiento. Lo mató de una estocada casi entera trasera de colocación, precedida de un pinchazo y otra vez rematándolo con dos golpes de verduguillo.
El segundo de la tarde era Jesús Díez “El Chorlo”, que el año pasado solo se vistió dos veces de luces y una de ellas en este coso con la de Saltillo. Su primero un animal pesimamente lidiado, con dos bochornoso puyazos, metiendo al animal debajo del peto y muy defectuosos castigos. El picador se marchó fuertemente abroncado. La res llegó claramente al último tercio excesivamente parado y aplomado, costándole un mundo embestir a los engaños, incluso llegándose a parar a mitad de sus arrancadas. Jesús Díez ante la imposibilidad de lucimiento, no entiendo porque se puso excesivamente pesado, sin ningún tipo de opción. Al final quiso exponer y dar la cara, acortando las distancias ante un animal que ya prácticamente no tenía nada dentro. Lo mató de un pinchazo y una estocada entera trasera de colocación, rematándolo con tres descabellos.
Ante el quinto de la tarde, un animal que no se empleó nunca en sus embestidas, se arrancaba a los engaños sin decir mucho. Aparte en ocasiones por el pitón izquierdo, se quedaba algo corto, tirando algún feo derrote. Se marchó a recibir a animal a portagayola, para darle una larga cambiada de rodillas y ligarlo con unas verónicas templadas en los medios del coso. Ya con la muleta en mano quiso exponer con unos ajustados pases por alto a pies juntos, pero luego la faena bajó bastante en intensidad. Lo mató de un pinchazo y una estocada entera muy trasera y atravesada de colocación.
Cerraba cartel, el novillero mas placeado, el francés Adrien Salenc. Con el tercero de la tarde, el mejor novillo de la tarde, que pasó un pelín desapercibido por la suerte de varas, pero en la muleta se vino muy arriba arrancándose de largo y repitiendo en sus arrancadas, un poco mejor por el pitón derecho. Duró muchas series, sin venirse a menos ni atemperarse en su condición. Adrien lo recibió bien con unas verónicas en los medios del coso. Luego ya con la muleta en mano estuvo muy bien al inicio citándolo de largo con la mano derecha y propinándole lances templados de calidad. Pero después de este inicio el novillero se aceleró bastante y no lo terminó de ver claro. Para mi debió de haber dado un paso al frente y aprovechar todo lo que tenía. En el primer intento en el que se tiró a matar, la res le volteó de manera fea, gracias a Dios sin consecuencias, luego le dejó una estocada casi entera trasera de colocación. Lástima que el novillo ante una ovación de los aficionados, se marchara con las orejas puestas.
Con el que cerraba plaza, un animal pésimamente picado, esto provocó que llegara con muy poco al último tercio. El francés no tuvo muchas opciones para el lucimiento, incluso en las últimas series. La res realizó algunos amagos de querer echarse él solo. Con los aceros, le dejó un sinfín de pinchazos, teniendo una actuación bastante desacertada.
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