La ciudad de Linares podría ser recordada por sus monumentos, por su arraigo minero durante tantísimos años, por sus nobles gentes; incluso por sus artistas que, como se sabe, han engrandecido el nombre de tan emblemática ciudad; Andrés Segovia es sin duda el referente mundial de cuanto digo, sin olvidarnos de Rafael Martos "Raphael", Sebastián Palomo que en, en un gesto que siempre le honró, se puso como segundo apellido Linares, por tanto, paseó por todo el mundo el nombre de Palomo Linares. José Luís Bautista con su esposa en el Palacio de la Granja
Innumerables serían las razones para amar a Linares, para que dicha ciudad fuera conocida mundialmente pero, tuvo que ser la muerte de Manolete, el hecho luctuoso que le dio popularidad ante el mundo para que, en estos instantes, ser de Linares es alto linaje para todos los allí nacidos.
Esa ciudad de Linares que, por noble y sensible ante las causas del arte, hasta tuvo la gentileza de rendir homenaje a Facundo Cabral, un hecho insospechado en toda España pero que, en dicha ciudad, alcanzó un rango inigualable. Nosotros fuimos testigos, en el emblemático Teatro Cervantes, de tan magno acto en el que se nos dio la oportunidad de contarles a los linarenses, algunas de la cosas que Cabral nos había contado en su peregrinar por el mundo. El linarense más universal, Andrés Segovia.
Es de Linares, sí señor y se llama José Luís Bautista. ¿Quién es Bautista? Un linarense convicto y confeso, devoto de la Virgen de Linarejos, como no podía ser de otro modo y, a su vez, un amigo nuestro que, para su desdicha, está pasando por un trance amargo debido a una desdichada enfermedad. A José Luís Bautista, como a tantos, le debemos gratitud y, en estos momentos nos cabe el orgullo de entregarle nuestro fervor de amigo.
Como él sabe, todo el equipo de OyT rezamos para que su recuperación sea un hecho consumado en muy breve plazo de tiempo; Bautista se llevó “media en todo lo alto” de la que a Dios gracias, se está reponiendo.
José Luis Bautista ha sido nuestro hombre del “toro” en cuantas ferias ha colaborado; sí, porque nadie como él ha descrito al toro; pocos como él saben de la estirpe ganadera de cuantos hierros se han lidiado en su presencia; y siempre, gracias a él, hemos aprendido todos un poco de su saber, el que tan generosamente nos ha entregado a todos.
Digámosle al ínclito Bautista, amante del toro pero, a su vez, conocedor profundo de los ancestros del arte, no en vano, Curro Díaz es su referente al respecto. ¿Acaso existe un referente más bello que Curro Díaz? Currito Díaz, otro linarense admirable, una vez más, encandiló a su “pueblo” con su arte; un arte que, en esta ocasión, Bautista, pese a su enfermedad, hasta tuvo arrestos para ser testigo presencial, de la actuación de Curro Díaz, todo un "fármaco" reparador para su alma y, sin duda, para su cuerpo, un gozo toda la torería que Curro Díaz desgranó en el coso linarense.
Como sabemos, la “cornada” de José Luís Bautista ha sido dura; la misma, en el año 1947 hubiera sido mortal de necesidad, como la del propio Manolete, pero ahora la ciencia juega a su favor y, junto a su tenacidad, fuerza, voluntad y ganas de vivir, muy pronto, José Luís Bautista volverá a deleitarnos con sus letras, al igual que nos embelesa con su cariño apasionado.
Ánimo José Luís, pese a tu apellido, no te bautizaron en el Jordán, pero sí ante la Virgen de Linarejos que, abrazada a San Sebastián, juntos velan por ti.