Fernando Tendero es la gran esperanza de la presente temporada. Recordemos que, el pasado año terminó su temporada siendo el segundo del escalafón, razón evidente para que, junto a él, hayamos forjado esperanzas ante su carrera. Casi cuarenta novilladas de lujo dieron la medida de su valía, entre ellas sus dos actuaciones en Madrid. Toda una promesa que, en este año, de la mano de Antonio Picamills, ese bohemio del apoderamiento, quiere convertirse en matador de toros.

A Fernando le gusta llevar las orejas en la mano

Fernando Tendero ha sido de los pocos novilleros que, en este invierno ha podido torear por toda Sudamérica. Ahí están sus actuaciones en Morelia, México; Lima, Perú; San Cristóbal, Venezuela y, Quito, en Ecuador. Todo un bagaje importantísimo ante un novillero que ha esperanzado a los aficionados.

-En realidad, ¿cómo calificarías tu pasada temporada?

Yo diría que muy interesante. Ser el segundo del escalafón es un logro casi inalcanzable. Me sentí dichoso, no puede ser de otro modo.

-Imagino que debes de ser un hombre rico porque, conforme está montado el mundo del toro, la formación de cada torero supone una inversión inmensa. ¿Cómo te financiaste?

Para mí fortuna, ha privado más mi ilusión que todo el dinero del mundo; soy un afortunado que, con mi anhelo por ser torero y la administración que he llevado he podido salir hacia delante sin mayores estragos administraditos como tú dices.

Lanceando a la verónica en Las Ventas

-Imagino que, en Villarta de San Juan, tu pueblo, debes de ser un ídolo admirado, ¿verdad?

Yo soy el chico más conocido del pueblo pero, para mi dicha, gozo del respeto de todos que, en realidad, creo que es lo más importante.

-Tú que eres, como tantos, un torero de escuela, ¿crees que, tras la salida de la misma, pueden los toreros tener su propia personalidad?

Por supuesto, en la escuela, como en la vida misma, te enseñan las reglas básicas, en este caso respecto a todos los conceptos del toreo, lo demás lo tienes que poner tú; nadie puede suplantar tu personalidad; eres tú mismo y pobre del que no lo sea.

-¿Qué ha pasado desde aquella tarde de 2007 en que en Tobarra te vestiste de torero por vez primera?

Muchas cosas, entre ellas, todo el aprendizaje que creo haber logrado. La prueba no ha sido otra que, como antes decíamos, en la pasada temporada, haber sido el segundo novillero del escalafón.

Tendero doblándose por bajo

-Dos tardes en Madrid dan para mucho. En tu caso, tus actuaciones en Madrid, ¿qué te enseñaron?

Ante todo, a comprender que estaba frente a la afición más sabia del mundo, la que me valoró y comprendió. No puedo quejarme.

-Terminar la temporada siendo triunfador de Algemesí, ¿es eso una anécdota o un hecho importante?

Es paladear el éxito ante un público que, años tras año, examina a todos los novilleros más importantes, digamos que, a todos los chavales que, como es mi caso, tras el paso por Algemesí, ya estamos preparados para la alternativa.

Toreando en redondo

-¿Y tú lo estás?

Pienso que sí. Es más, estamos haciendo gestiones para, a poder ser, en mitad de la presente temporada organizar mi alternativa. Es cierto que, previamente, Antonio me está preparando unas novilladas de rodaje para llegar a la alternativa con toda garantía.

-En principio, Fernando, eres un hombre afortunado; eres novillero y, como tal, has toreado en Ecuador, Perú, México y Venezuela, algo que nos suena como a milagro, ¿verdad?

Digamos que, esas actuaciones, han sido como el fruto de lo que ha sido mi temporada española; actuaciones de las que quedé muy satisfecho por la reacción que el público me mostró.

-La pena no fue otra que, la cornada de Quito, en Ecuador, ¿verdad?

Es cierto, pero la cornada sabemos que puede surgir en cualquier plaza; es mejor que, la misma, de llegar, que sea en España y junto los tuyos pero, el riesgo es inevitable y está en todas las partes del mundo.

En la Maestranza en bello remate

-Vuelves a Madrid, por méritos propios, el próximo 20 de marzo como novillero destacado del pasado año, ¿no es ese un riesgo para ti a las puertas de tu alternativa?

No, por Dios. El gran riesgo es no torear. Recordemos a Talavante que en una novillada en la feria de San Isidro, tras la misma, salió catapultado hacia la alternativa. Si Dios quiere haré ese paseíllo y, con el mismo, ganarme la inclusión en la feria de San Isidro.

-Fernando, ya tienes hasta tu bautismo de sangre, Aranjuez y Quito, ¿a qué sabe la cornada?

Es el gran tributo que tenemos que pagar; nadie estamos exentos y el que no sepa asumir las cornadas, con toda seguridad, no está preparado para esta profesión. Es un hecho durísimo, tremendamente doloroso pero tan real como la vida misma.

Siempre dispuesto a ir al toro

-Que tengas mucha suerte, Fernando y, que nos encontremos de nuevo, a poder ser, tras tu alternativa y siendo, lo que te deseamos, que seas un torero admirado por todos los públicos.