No es nada habitual el torear en la playa; tampoco hacerlo, tras de con la muleta, con una tabla de surf, pero lo es menos resultar corneado gravemente y que estas imágenes se puedan ver. Opinionytoros se las ofrece por gentileza de un gran fotógrafo taurino: El Saltillense. Acompañamos las imágenes con la noticia en exclusiva que les dimos en el momento del suceso. Otro profesional, el matador de toros Guillermo Martínez, nos hizo de excepcional cronista.
Hablamos con el matador Guillermo Martínez, quien narró para Opinionytoros, la impresionante odisea que se vivió en Zihuatanejo, en la playa Loma Linda, cuando El Glison dio unos pases a un toro de Salvador Rojas, cayendo herido con posible sección de safena o femoral, todo esto para una filmación que será una autobiografía, estando presentes, porque convocó a la prensa... el hijo de Juan Rulfo -quien estaba filmando-, el colega Juan Antonio Hernández y El Saltillense, cabe hacer notar que el matador Memo Martínez gracias a su inobjetable valor y serena inteligencia pudo imponer el orden.
"Se montó un ruedo tubular como para manso, en semicírculo, casi el círculo completo, y la única entrada que había al ruedo era por el lado donde se encontraba el mar, estaba todo arreglado, había gradas con vista hacia el mar, y estaban como 40 personas. Se decide echar el toro de Salvador Rojas, salió y lo recibió en medio del semicírculo El Glison, lo sujeto, le pegó cuatro capotazos, cuando se lo estábamos tocando en un burladero, para que él fuera a coger la muleta, en ese momento el toro vio luz hacia el mar y se fue nadando, fue impresionante.
"Total nadó por toda la orilla, se metió bastante al mar, y había un peñazco que tenía piedras y desembocaban en el mar, que fue lo que provocó que el toro pisara y sintiera tierra firme, y se regresara, porque hubo un momento que sintió ahogarse.
"Salió por la parte de atrás del semicírculo, ¡imagínate el pánico de la gente!, había un tractor, unos jeeps. Todos se quedaron quietos, y nos pusimos hablarle al toro para que se quedara con nosotros.
"Estaba el rejoneador yucateco Fernández Madera, y con uno de sus caballos trató de alcanzar al toro, lo alcanzamos muy adelante él y yo; cuando sintió al caballo se paró, y yo le caí con el capote, le di un par de capotazos tratándolo de acercar a la orilla de la playa, y ya en ese momento el rejoneador le puso dos rejones de castigo, que de alguna forma fue como si se picara al toro.
"En ese momento el matador Glison, agarró la muleta, empezó a pegarle muletazos al toro, de repente después de tres o cuatro tandas, pidió una tabla de 'surfear', intentó pegar 'muletazos', en el tercer intento le ganó el toro y fue cuando le produjo la maroma y en el aire le pegó la cornada.
"El Glison cayó herido y se quedó doliéndose de las costillas, y yo me quedé con el toro, y los matadores Paco Muñoz y Leonardo Rivera, acudieron a levantar al matador Glison. Cuando se incorporó se dolía de las costillas, y no se había dado cuenta que traía la cornada.
"La cornada fue en la pierna izquierda en la cara exterior del muslo, la sangre era profusa, se temió que fueran seccionadas la safeno o la femora, y ahí pararon las cámaras y las fotos.
"Se había quedado, desde el principio, que el rejoneador matara al toro; y el toro al no acudir al caballo y después de varios intentos de un servidor por tratarlo de sacarlo a la playa, con el fin de que el rejoneador pudiera maniobrear y así clavarle el rejón de muerte; tras varias pasadas en falso y el toro sin embestirle al caballo, se optó porque alguien matara al toro, y yo me animé, agarré una muleta y una espada, y maté al toro.
"El Glison lo están interviniendo, pero el diagnostíco es que tiene dos costillas quebradas, las del lado izquierdo, y probablemente una de las costillas perforó un poco el pulmón, y trae una cornada que es la que están interviniendo ahorita.
"Todo mundo ya tranquilo, el toro se lo llevó un carnicero".