No sólo hay que criticar la Temporada Grande de la Monumental Plaza de Toros México, sino que hay que abrir este espacio para un serial muy importante como lo es el novilleril que inicia este domingo en dicho coso.
Importantísimo será este, en el sentido en que a partir de estas oportunidades, pueda salir algún novillero – ojalá sea más de uno - importante que venga a refrescar la baraja taurina mexicana, frase que desgraciadamente se esta haciendo costumbre desde hace varios años, pues no hay nadie capaz de hacerlo o no han sido apoyados por las empresas.
Ahora sí hay tiempo, mucho tiempo para ver novilleros, pues por fin el serial menor dará comienzo con tiempo justo para mayor número de festejos y no como en temporadas anteriores en que con trabajos se llegaba a la decena a duras penas y con carteles que daban pena y vergüenza complaciendo intereses de terceros.
Ojalá exista la honestidad para reconocer a los novilleros que valen, y que aparezca la misma ética para omitir a los que no, debido a que sólo quitan puestos, tengan las influencias y el apoyo de quien sea. Hay que calificar la actuación por lo hecho en el ruedo y no por los caprichos de gente ajena al ruedo.
Al aficionado le queda una tarea o, mejor dicho, una muy importante demanda hacia la empresa: exigir el novillo serio; un animal que tenga los tres años cumplidos y que tenga la presencia necesaria para una Plaza de primera categoría como lo debe ser el coso capitalino.
Prácticamente es una incógnita lo que sucederá a partir de este domingo en la Plaza México. No sé si habrá más pillerías y nos darán gato por liebre, en este caso becerro por novillo como fue en toda la vergonzosa Temporada Grande.
Por parte de los novilleros, ojalá que estos salgan dispuestos de dignificar su profesión, y que los ganaderos también le den seriedad al compromiso de lidiar en una Plaza como lo es la México, con verdad en el ganado que envíen.