En estas fechas, cada vez menos… tenemos oportunidad de ver toros en España. Claro, se podrá decir, es que estamos a finales de noviembre, donde la temporada se encuentra ya finalizada hace más de un mes. Quien así piense lleva razón.

Pero no es esa la intención de este ‘Cada vez menos…’. Lo que queremos poner de manifiesto es que cada vez menos… plazas se abren para dar festejos taurinos. Muchas son las que siguiendo en pie, dentro no sucede lo que era tan habitual en ellas: ver en su arena toros y toreros.

Bella por fuera la plaza de Barcelona ¿cómo estará por dentro?

Entre ellas la más conocida, y más doloroso su cierre, es la Monumental de Barcelona, donde suponemos que en su ruedo abundarán ya las malas hierbas -producto de la naturaleza pero también de otras sembradas por unos políticos nefastos-. También todavía viva la imagen de la otra plaza de la Ciudad Condal, la de Las Arenas, cuando en una ocasión pude verla desde las alturas de un edificio cercano, antes de convertirse en un centro comercial. Aquello parecía el fin del mundo. Así me imagino ahora la Monumental.

Junto a ella, imagino cómo estarán las de Tarragona, Gerona, Lloret de Mar, Figueras, San Feliu…, todas en Cataluña. A todas esas se van uniendo otras que ya no ven un pitón como no sea una serpiente. Recordemos La Coruña, Vitoria, Oviedo, Cartagena, Tenerife… y un largo etcétera por plazas en poblaciones de menor importancia.

Cada vez menos…, y en caída libre, nos encontramos con pueblos que abandonan a su suerte la fiesta de los toros, sin dar ni un solo festejo al año, lo que les permite sacarlo de la memoria colectiva de sus gentes, arrinconando con ello la posibilidad de fomentar afición.

Hoy ya hay 13 entre los primeros 27 municipios, con más de 200.000 habitantes, que no dan toros ni se espera que los den. En conjunto, de los más de 8.000 municipios que tiene España, se dan festejos taurinos solamente en unos 200. Cifra muy pobre como para pensar que vamos por el buen camino. Muchas otras poblaciones, seguramente más, se salvan por los toros en la calle, los festejos populares, aunque éstos también estén siendo señalados para erradicar.

Cada vez también menos… los que acuden a las plazas y algo de culpa, mucha diría yo, han de tener quienes son los profesionales que viven de ello, aunque de administrar tan mal el negocio poco han de dejar a sus herederos. Es decir, ‘tente mientras cobro’. Huyen de su responsabilidad profesional e histórica. Tanto cierre y abandono no todo ha sido culpa de los políticos. ¿Harán algo en busca de la resurrección o morirán con tanto éxito?

Otro día hablaremos de que cada vez menos… son las ganaderías que nos van quedando. La del Conde de la Maza la última en echar el candado. Cada vez menos…