¡Un torero no es un asesino!
Un homicida, según el Código Penal Federal Mexicano, es un ser humano que priva de la vida a otro. Con tal definición, legalmente, un torero ni puede, ni debe ser considerado un homicida.
En consecuencia, la ley no considera homicidas a los toreros. Por otro lado, la ley de protección a los animales, excluye como maltrato las corridas de toros, las peleas de gallos y la charrería.
La comparación de un homicida con un torero puede resultar agresiva y ofensiva para algunos aficionados a la tauromaquia; no obstante, los antitaurinos y quienes son completamente ajenos a la fiesta, guste o no, los consideran homicidas.
La tesis de José María García Gutiérrez
“Qué se hace con una acusación fuerte: defenderte fuertemente. Quise demostrar científicamente en una prueba psico criminológica donde estoy demostrando un perfil. No pongo a los toreros como blancas palomitas, se dice la verdad, no se da coba, estoy defendiendo la fiesta con pruebas bien fuertes. Yo quise apoyar a la fiesta de esta manera”.
Me dijo José María García Gutiérrez es un joven de 26 años de edad que hace unos días se graduó como Licenciado en Criminología, Criminalística y Técnicas Periciales, en el Colegio Libre de Estudios Universitarios, Campus Puebla.
Sucede que el flamante licenciado presentó una tesis: “Comparación de la Teoría de la Personalidad Criminal entre Toreros y Homicidas”.
No es cosa de cortarse las venas, porque el nombre de la tesis incomodará a más de uno. Es importante entender que se trata de perfiles. Todos los seres humanos tenemos un perfil criminológico.
Como parte del trabajo de la mencionada tesis, José María incluyó un cuestionario de 280 preguntas de respuestas múltiples, se le presentó a 20 homicidas privados de su libertad en una cárcel de la ciudad de Puebla, personas que mataron de manera dolosa, no en forma imprudencial, por ejemplo, un accidente de tránsito.
El mismo cuestionario se les presentó a 20 toreros de diferentes jerarquías, hubo quien se negó a responderlo, inclusive algunos lo consideraron ofensivo e intrusivo. Llenaron el cuestionario diestros como Ernesto Belmont, César Pastor, Uriel Moreno El Zapata, Juan Pablo Sánchez, Gustavo García Solo, Manolo Juárez El Poeta, Roberto Román, Rafael Díaz de León, Belén Díaz, Montserrat Silva.
El brindis de José María García a su mamá
El nuevo criminólogo agregó:
“Estoy buscando dar conferencias con este tema, que la gente pueda ver otra perspectiva. Los taurinos decimos que los toros son cultura por tal y tal, yo aporto un poco más de información para defendernos ante los ataques de los antitaurinos, ellos hablan más por ignorancia que por realmente atacar”.
José María García quiso ser torero, entrenó con Manolo Juárez El Poeta. Se decidió por las aulas universitarias.
“Los toreros no deben ser considerados ni legal ni socialmente homicidas simplemente porque no han matado un ser humano. Me ofende que insulten a la fiesta brava, porque desde antes de nacer fui a la plaza en el vientre de mi madre, nos llevaba mi abuelo. Desde bebé toreaba a mi perro y me impresionaban los toros, tengo cabezas de toros en mi casa”.
Cuando el jurado lo aprobó por unanimidad, inmediatamente entregó a su mamá una montera en un acto amoroso de brindis y agradecimiento.
El pasado lunes me encontré con el matador El Zapata en una rueda de prensa en la plaza El Relicario. Platicamos de la tesis de José María, de lo benéfico que resulta a la tauromaquia que ésta se mencione en las universidades. Que alguien lo considere tema para graduarse, no es cualquier cosa.
Uriel me comentaba las similitudes entre un sacerdote que oficia una misa con un matador en una corrida. El momento de la consagración, el respeto y la solemnidad comparables a tirarse a matar, coincidimos en el concepto de meterle la espada al toro: matar es una consecuencia, no es el objetivo.
Fotos: Jaime Oaxaca.