En la séptima novillada del serial que se realiza en la plaza México, Diego Emilio salió a saludar al tercio luego de estoquear su único novillo.

Las salidas al tercio representan una aprobación del público hacia un torero por la actuación que éste tuvo. Esas salidas no las concede el reglamento, ni el juez de plaza, exclusivamente las permite la afición.

Diego Emilio de Aguascalientes

En provincia ese premio está choteado. De buenas a primeras se desprende del burladero de matadores un torero, con alternativa o sin ella, a saludar al público. Si lo merece o no, tiene poca relevancia, el espada saluda y punto. El público considera que es parte de la actuación del coleta y le ovaciona. El resultado del diestro cambiará un poco, en lugar de que diga: silencio; mencionará: salida al tercio.

El desconocimiento taurino del público actual provoca que se vaya perdiendo la categoría y grandeza de la fiesta, los abusos de empresarios, toreros y ganaderos se realizan porque los aficionados lo permiten. No protestan y esa es una forma de aceptar. El que calla otorga, dice el refrán.

Recuerdo en la plaza de Pachuca que un juez dadivoso le entregó las dos orejas a Eloy Cavazos, la afición las protestó tanto que el torero ni siquiera dio la vuelta al ruedo.

Jaime Ruiz de Apizaco

Pero los tiempos han cambiado, hoy los asistentes quieren muchos premios porque no les gustan los empates a cero, suelen solicitar harta oreja, no solamente es el público, los propios subalternos limosnean premios a los jueces de plaza, en ocasiones hasta los propios matadores lo hacen.

En la plaza México se sigue, o seguía, un código no escrito respetado por todo mundo: los toreros no salían a saludar a menos que la gente los llamara con aplausos y, ojo, cuando los restos del burel ya habían sido llevados al destazadero.

El domingo pasado el diestro de Aguascalientes Diego Emilio salió al tercio de una manera poco común porque al novillo no lo habían arrastrado al destazadero, un grupito ubicado en barreras de sombra que apoyaba al torero, insistía con las palmas llamando al novillero, quizá no se percataron que los restos de Guardián estaban en la arena cerca del burladero de matadores. Al torero no le importó y salió al tercio, saludó a destiempo.

Jaime Adrián del Distrito Federal

De hecho en la temporada ha habido tres salidas al tercio por cuenta de los toreros.

En la cuarta novillada Jaime Ruiz lo hizo luego de estoquear a Mala Cara de la ganadería de Maravillas. En la sexta, Jaime Adrián salió a saludar luego de desaprovechar a Caritativo de la dehesa de Brito. Esa misma tarde Platerito estuvo muy bien con Templado, el público lo hubieran llamado a saludar, pero el chaval se apresuró y salió antes de que lo llamaran.

Antes eso no sucedía, a chiflidos los regresaban al callejón.

“Platerito” de Zacatecas

Como va disminuyendo la exigencia del público, también se van abaratando las salidas al tercio después de partir plaza. En la temporada grande es un cachondeo, porque los aficionados sacan a saludar casi a todos los toreros para darles la bienvenida; esas salidas deberían ser exclusivamente para quienes se lo merezcan.

Por una u otra causa el asunto del toro va perdiendo tradición y categoría, se capta hasta en una simple salida al tercio.

Fotos: Jaime Oaxaca.