El pasado domingo 29 junio, Mojales Balti, novillero francés de Arles, saltó al ruedo como espontaneo durante una novillada en su vecina plaza de toros de Tarascón (sureste) cuando toreaba Daniel Crespo un novillo de los hermanos Gallón.

Protestaba con su compañero Sofianito por no haber reemplazado al local Lilian Ferrani y a Francisco José Espada inicialmente previstos pero sustituidos.

Mojales Balti, de espontaneo (Tarascon-29/06/2014) -Foto Patrick Colleoni

Su gesto ya inusual en nuestras plazas nos recordó otros de las pasadas décadas en las que vimos parte de la generación histórica de toreros franceses saltar al arena.

Por estos ruedos de la fortuna estuvo el ya vanguardista Bernard Dombs, más conocido ahora como el empresario Simón Casas, quien saltó en Nimes cuando toreaba Antonio Ordóñez, el cual acabó por regalarle su toro. Fue un 29 de septiembre de 1968, en época turbia, siguiendo el movimiento de las revoluciones estudiantiles.

Por ahí también el recuerdo de la famosa 'espontaneada colectiva' francesa de Saint-Sever un domingo 25 de junio de 1972, en la cual saltaron unos 21 novilleros y becerristas franceses miembros del Sindicato de Toreros Franceses, esos mismos que construyeron más tarde y sin saberlo entonces, el concepto mismo de tauromaquia gala.

Ahí estaban nuevamente Simón Casas, Christian Montcouquiol Nimeño II (sin duda el más importante matador francés) y su hermano Alain Nimeño I, Jean-Marie Bourret (quien fuese después gran peón de Enrique Ponce), Dominique Vache, Frédéric Pascal,  Lucien Orlewski Chinito de Francia (1ª oreja francesa en Las Ventas un 1º de mayo 1977, de novillero), el inspirado currista Curro Caro, Amor Antúnez El Andaluz (otro gran peón, de Richard Milian, que tomó alternativa en junio del 2004), Patrick Laugier (ahora ganadero de Piedras Rojas y Dos Hermanas) y tantos más.

La espontaneada colectiva de Saint-Sever (Chinito y Nimeño I a la derecha)

De reivindicaciones, casi las mismas. En 1972, el sindicato declaraba injusto que a los toreros galos le sean prohibidos la inclusión en festejos sin caballos organizados en España y la casi imposibilidad de contratarles en festejos mayores en el mismo país como en Francia. Pidieron un cambio radical que vino más tarde, acabando los 70 e iniciando los 80.

Casi lo mismo pidió Mojales Balti el otro domingo, desesperado por no ser incluido en su plaza vecina de Tarascón, a 15 kilómetros de su casa. Aquí y visto lo precedente de sus antepasados toreros, no le discutiremos su gesto.

Si bien los contratos los tienes por tu talento, también sabemos que el famoso dicho del ‘toro que pone cada quien en su lugar’ no es suficiente. Eso es cierto si dejas lugares a los chavales y a los tuyos, lejos de los compromisos a veces absurdos entre empresas taurinas. De lo contrario y si solo te queda esa solución, pues a saltar de espontaneo como los chavales de entonces, los Simón, Christian, Alain y Chinito…