En poco tiempo se van sucediendo las cosas. En ese río revuelto en el que se ha convertido la temporada española, por aquello de que cinco ‘iluminados’ quieran imponer en bloque sus exigencias o caprichos, según criterios, hete aquí que siempre hay un pescador que saca beneficio de que el río baje así de revuelto.

Sin duda... el más listo de la clase

Ese pescador se llama Don Simón, y no es precisamente una marca de vino. El tal Don Simón, conocido como Simón Casas en el mundo taurino, se mueve como ‘pez en el agua’ en las turbulencias que las aguas forman al pasar por las distintas etapas de su recorrido. Si se mueve como pez y además es pescador, tenemos el binomio perfecto. Perfecto para esas ganancias de las que habla el refrán castellano.

A río revuelto… ganancia de pescadores. Ese es el refrán completo y ese es el resultado completo de un pescador tan inusualmente hábil como el Sr. Casas.

Veamos. Tras la ‘plantá’ de los cinco ‘magníficos’ ha diseñado una feria de Fallas, -alguna relación tiene esa feria con la plantá- en la que recoge el fruto prohibido de Sevilla. A dos tardes programa a casi todos los protagonistas de ese plante, dándole a Valencia un aire de semana de farolillos sevillana.

Pero no hay una sin dos… Algo tiene que ver Don Simón con la plaza de La Malagueta y es en ese coso donde para el Domingo de Resurrección tienen a su disposición los coletas que hubieran sido los habituales de esa cita tan de Sevilla.

...Ni dos sin tres. No contento con eso, Valencia y Málaga, logra meter las narices en el propio Sevilla en esa fecha emblemática, colocando en un sorprendente mano a mano a los dos toreros que apodera, Manuel Escribano y Daniel Luque.

No se si se ajustan bien estos dos refranes, ‘a río revuelto ganancia de pescadores’ y ‘no hay una sin dos, ni dos sin tres’, pero el francés hace un pleno como una casa ¡¡Qué digo!! como varias Casas… quizá de esa rara habilidad le venga el apellido.

Muchas cosas se le podrán criticar al empresario/productor pero, precisamente, la de desorientado en los negocios no hay forma de cuadrársela. Un ingenio especial para lograr triple beneficio del famoso plante, en Valencia, en Málaga y en el mismísimo Sevilla. La cuadratura del círculo. En la primera, con la necesidad de las figuras de recuperar festejos y honorarios perdidos en Sevilla, le habrá sido más fácil negociar sus dobletes; en Málaga para aprovechar el flujo de aficionados andaluces y viajeros desencantados de la falta de brillo del cartel sevillano y en Sevilla colocando a sus dos toreros en un interesante cartel y donde él resultará comisionado.

Está claro quien es ‘el más listo de la clase’ en esto de la organización y producción de eventos taurinos, se llama Don Simón y no es ni vino ni zumo. Se le ve que ‘está al toro y al loro’. Habrá que felicitarle por tan acentuada habilidad.