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Hoy finaliza esta edición de San Isidro y a nuestro humilde entender poco ha dejado de sí, debiéndose principalmente a la falta evidente y angustiosa de casta en la cabaña brava y a falta claro está, de lo que ocurra hoy.
De aquello que pudimos ver, el único ganado que ha cumplido plenamente es el de Victoriano del Río, para corridas de a pié, se entiende.
Los toreros han estado, en líneas generales con voluntad y deseos de triunfo, aunque lastimosamente, se han estrellado contra una inmensa cantidad de toros descastados y poco útiles para el triunfo.
Pero más allá del resultado nuestro análisis va enfocado más bien en la conformación de carteles, más específicamente; a los carteles en los que se incluye a toreros que, llegan a la Catedral del toreo con poco bagaje de corridas, poco placeados.
El último día de Mayo en el cartel estaba Antón Cortés que llegó a cumplir con la siempre problemática plaza de Madrid con menos de diez corridas toreadas el año anterior y, se le notó.
Se podrá decir que el acartelarlo en San Isidro es darle una oportunidad, pero; no podemos evitar preguntarnos si estas oportunidades, en casos como el que nos atañe, no son más bien, un acto lapidario.
De todos es sabido que, el que triunfa logra contratos con más facilidad, que le pregunten si no a Juan del Álamo que, tras su paso por Madrid comenzó a recibir propuestas para nuevas corridas.
Lastimosamente nos tememos que ese no vaya a ser el caso de Antón Cortés, a él su paso por San Isidro quizá le pase más bien una factura, menos contrataciones; ¡con las pocas que ya tuvo el año pasado!.
De realmente querer abrirle las puertas a un torero que, lleva poquísimas corridas a sus espaldas; se les debe llevar a corridas con menos peso, con menos repercusión que San Isidro; en pocas palabras, permitirles tener la actividad necesaria para tener el pozo de todo aquello que debe ser evidenciado ante el exigente público madrileño.
Sin duda debe ser complicado tratar dar oportunidades a tantos toreros como hay en el extenso escalafón español, añadiendo a esos nombres, algunos de toreros extranjeros.
El ciclo isidril es largo y sin embargo no logra poner en sus carteles a todos los toreros que podrían tener una oportunidad, estando plenamente conscientes de esto nos preguntamos, ¿no se podrá realizar ferias cortas en las que, se de oportunidad a todos aquellos que, no entran en San Isidro?
Ferias cortas en las que se podría hacer lo que se hace en América, dos toreros de la tierra y un extranjero, de esa forma se podría dar oportunidades a toreros que las merecen y no las tienen, tanto en España como en los países americanos con los que, poco cuentan en San Isidro.
México y Colombia son los únicos países americanos a los que se tiene en cuenta en España y eso nos parece poco justo, máxime cuando; (por lo menos en lo que respecta a Ecuador) los toreros españoles y franceses vienen y son recibidos como ídolos.
Sería maravilloso poder ver a muchos otros toreros iberoamericanos luchando por lograr un puesto en las plazas españolas que, oportunidades que con el tiempo; puedan abrirles una oportunidad, con al menos cierta garantía de éxito, en San Isidro.
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