La Feria de Quito trae toreros importantes este año y con ellos, se han formado ternas interesantes.  Una de las más atractivas es la del inicio de la feria en donde alternarán: César Rincón, Guillermo Albán y Matías Tejela.
 
Toreros todos de importancia, César Rincón pese a su larga ausencia de los ruedos concita el interés del público, principalmente de aquellos aficionados que lograron verlo en su mejor momento.  Siendo el primer latinoamericano que ha logrado tantos éxitos sonados en el mundo taurino, es un poco un patrimonio de la afición americana, casi podríamos decir que es un mito en estas tierras y, su presencia ha levantado siempre mucha expectación; como ocurre en el momento.
 
Esperamos ver ese toreo serio, reposado; de mando con que nos ha regalado en años anteriores, el maestro César Rincón. 
 
La presencia de Albán, considerado por algunos como el justo Benjamín del matador colombiano; tras su campaña en España y de haber toreado, nada menos que en China, pues mantiene muy en alto la expectativa.  Albán es un torero más bien frío, de aquellos que torean más para si mismos que para la parroquia y que sin embargo ha logrado una gran aceptación en la Plaza de Toros Quito.
 
Su toreo tiene cadencia, es profundo; gusta mucho de bajar la mano y llevar muy toreados a sus toros, esto quizá pueda ser un obstáculo como el ganado no lo ayude, porque su oficio brilla cuando puede cuajar una faena con la mano baja y, de tener que mimar al toro; poco podrá lucirse.
 
Matías Tejela viene con una temporada muy amplia, cincuenta y ocho corridas con una cantidad similar de premios, es sin duda un torero que ya dejó buen sabor de boca el año anterior cuando cortó en el Coso de Iñaquito dos orejas.
 
Toreros de corte similar que tendrán, si el ganado no se opone; una sana competencia que servirá de aliciente para el resto de la feria.
 
El Festival anunciado para el día 28 también es muy atractivo.  Los taurinos, especialmente de cierta edad podrán volver a ver pisar el ruedo quiteño a dos figurones: Roberto Domínguez y José Antonio Ruiz, “Espartaco” que, cuando estaban en activo fueron verdaderamente centros de la feria Jesús del Gran Poder.  Es de esperar que José Ortega Cano, quién también triunfara antaño en esta tierra venga sereno, a dar la cara al toro sin aliviarse con el pico de la muleta; actitud esta que desdice mucho de la figura que fuera en otros tiempos.