Después de 2 años de ausencia en la Monumental Plaza de Toros México, la empresa hizo y muy bien, en volver a traer al gran rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, e hizo muy bien, porque además ha conseguido la mejor entrada del serial, y vaya que han habido muchas y muy buenas. Resultó maravilloso ver los tendidos numerados repletos, y los generales casi llegando a la mitad de su cupo, ahora sí más de 40 mil almas estaban congregadas bajo el influjo de la magia de un espectáculo milenario, en tan digna representación como sin dudas ha sido la del rejoneador navarro.
Una maravillosa experiencia
Esto hace ver, primero que el haber apoyado a los jóvenes valores mexicanos funcionó en una primera etapa, y luego incluir a los toreros ultramarinos más representativos en la segunda edición de la propia Temporada Grande, está consolidando las entradas, y consiguió que el gran público volviera a ver a la Fiesta Brava.
No cabe duda que la mejor manera de defender nuestra Fiesta es llenar las plazas de toros.
Pero… decíamos que ha vuelto Pablo... ha triunfado, y eso ha sido un hecho contundente, incluso, a pesar de que no cortó ningún trofeo en su primera aparición, tras una de las faenas más bellas que se han visto en lo que al arte del rejoneo se refiere. Sí, hemos visto a un Pablo sencillote como es él, pleno de sensibilidad, y con la grandeza que da la experiencia de los años bien vividos.
Hizo gala, por supuesto, de 7 hermosísimos caballos que son la envidia de más de uno, pero que teniendo al mejor rejoneador en sus lomos, hacen de ellos el elemento propicio para la creación.
Sí, tras su segunda propuesta, otra soberbia intervención, un juez oficioso decidió regalarle, sin que esto viniera a cuento, porque nadie lo pidió, un rabo, se adelantó a las intenciones del público, y eso produjo un cierto malestar en el momento de celebración de la gran faena de Pablo.
Lo importantes ha sido que los festejos que se están ofreciendo en el coso titular de México, van a más, y que con ello, se está contribuyendo de forma contundente a recuperar nuestra amada Fiesta.
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* Gráfica del maestro Juan Ángel Sainos