La plaza de toros de Las Ventas en Madrid queda la plaza de todos los peligros. Desde siempre, todos los toreros quieren venir en Madrid, puede cambiar una vida. Entrar en un cartel en Madrid es un privilegio que se merece, cualquiera el resultado, es ya entrar en la historia de las Ventas.
Cada temporada, las Ventas ofrece unas oportunidades a los novilleros que tienen un porvenir en la profesión. Algunos disfruten del contrato para confirmar y demostrar su talento y otros pasan sin gloria. Para un matador, confirmar su alternativa es una meta para su cv y para los más ambiciosos es un medio para ser una figura del toreo.
La plaza de toros de Madrid se respeta, los toreros se visten con un traje de luces nuevo y se deben de realizar la mejor prestación. Aunque el resultado fuera negativo, la prensa general y especializada habla de Madrid.
Para los toreros que no vienen de una familia taurina, es decir que tienen solo sus calidades para obtener un contrato en Las Ventas, es un verdadero desafió pero también un signo de éxito en el mundillo taurino. Para estos toreros, en general, se juegan la vida en Madrid. Saben que el resultado puede influir en su carrera. Además, intentan a torear mas despacio, torean como si fuera ya una figura. Me acuerdo de la presentación de Antonio Ferrera en calidad de novillero que fue una tarde de revelación y de miedo. En efecto, antes de venir en Madrid, Antonio había toreado muchas veces en las plazas de toros de Francia y siempre los aficionados vieron a un torero muy animoso con un ardor muy importante. Con los pallos, fue siempre un “show” comunicando muchísimo con el publico. El día de su presentación en Madrid, he visto un torero totalmente diferente, ha toreado como el publico de Madrid lo quiere, tiene la facultad de adaptación. Además, Antonio sabia que venir en Madrid era un sueno de niño y que tenia que disfrutar al máximo de la tarde. Se jugó la vida y ha terminado la corrida en la enfermería y después en la clínica. Unas semanas mas tarde, ha toreado de nuevo en otras plazas con un toreo mas de “pueblo”, pero no es el problema, sabe que en Madrid hay que torear lo mejor posible.
Al principio de cada temporada, podemos leer en las entrevistas de los toreros que todos quieren venir en Madrid porque puede cambiar tu vida de torero y tu vida social. Venir en Madrid es una cosa, pero venir con la ambición de salir a hombros y tener la posibilidad de triunfar es otra cosa. Hoy, se abre las puertas de las Ventas con una novillada con picadores. Tres jóvenes novilleros van a entrar con una única idea: salir por la puerta grande. El tercero chaval de la tarde viene de Arles y soña de volver una figura del toreo. Pertenece a la escuela taurina de su ciudad dirigida por Paquito Leal. Cada día, piensa en estos minutos que pueden cambiar su vida. No viene del mundillo taurino pero de un barrio complicado, sin futuro. Su padre no les gusta los toros y su madre casi lo mismo. Quiere lograr en los toros porque es su afición y su única afición, no le gusta las chicas, tampoco ir al cine, tampoco leer, tampoco el fútbol, solo los toros. Además, utiliza los toros para lograr en su vida, sino piensa terminar su vida como un delincuente.
Sin preocuparse de los novillos de Navalrosal, ha imaginado sus dos faenas de esta tarde en su cabeza. Repite los movimientos con su capote y su muleta y al final se ve con dos orejas.
Desde varias semanas, vive exclusivamente con esta obsesión de Madrid. Conoce ya la plaza, porque ha toreado el año pasado ya dos veces y especialmente la final del concurso de Digital plus. Fue la revelación de la temporada 2005 con una tarde histórica en Arnedo cortando 4 orejas a los novillos de Fuente Ymbro durante la feria del Zapato de Oro.
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