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Con un cuarto de entrada se han lidiado tres toros (1º,2º y 3º) de José Escolar y tres de San Martín, bien presentados y de juego desigual.
Javier Castaño, silencio en su lote
Ricardo Torres, silencio y saludos protestados
Arturo Macías, palmas tras aviso y silencio.
Poco público en este 2º desafío ganadero, -que de desafío no tuvo nada-; el domingo pasado, decíamos “que cuando hay toro hay fiesta", hoy debemos decir que sin toros no hay fiesta porque así sucedió; poco podía hacer la terna con esos ejemplares, el que medio destacó fue el mexicano Arturo Macías
Hoy hablar de los toros no vale la pena gastar tiempo y tinta, el único ejemplar de los seis lidiados que medio destacó fue el lidiado en tercer lugar con el hierro de Escolar, que recibió palmas camino del desolladero, los otros cinco fueron pitados en el arrastre; bien presentados, bien de peso y encornaduras, peros muy bajos de casta y raza. El peso medio en la báscula fue de 551 kilos y hasta aquí lo referente a los cornúpetas.
La verdad es que la tarde fue un tostón, ni fu ni fa el festejo nos resultó largo y con muy pocos alicientes, ganas y disposición puso la terna, pero cuando no se puede no se puede y además es imposible.
Castaño con la izquierda Javier Castaño estuvo difuminado toda la tarde aunque aseado, al primero de su lote lo mató de una estocada hasta los gavilanes con la que dobló el de Escolar, a su segundo del hierro de San Martín no logró hacerlo ya que el mansurrón se acostó solo en la arena antes que su matador entrara a por uvas, fue apuntillado. Silencio para el torero de León.
Ricardo Torres doblándose con el de Escolar También escuchó silencio en su lote el maño Ricardo Torres. Apenas unos redondos de buen trazo así mismo uno par de naturales a su primero, con los aceros muy mal. No consiguió acoplarse con su segundo, sencillamente porque no había toro que lidiar; eso sí contundente con la espada del que el cuatreño salió sin puntilla.
El mexicano Macías al natural Volvía a la arena venteña tras dos temporadas ausente el mejicano Arturo Macías, que ha tenido una buena actuación ante los madrileños, con el burel tercero un saludo capotero por verónicas de buen trazo siendo mejor aún la media. Los redondos con la pañosa de buen trazo y ejecución, los naturales fueron excelentes, buena labor con la zurda, de momento lo mejorcito de la tarde. Despachó al burel de una estocada casi entera algo tendida que fue sufí. Leve petición, que apenas quedo en palmas. Poca suerte tuvo con el cuatreño que cerró festejo; poco que destacar de su labor con el percal y la franela, la forma de torear en cercanías en Madrid poco gusta, lo mejor el epílogo y la estocada hasta las cintas, doblando el animal. Creo que el manito debe volver pero con otro tipo de ganado.
Hoy por lo menos, y menos da una piedra, destacaron los picadores: Manuel Burgos de las filas de Torres y Antonio Muñoz de la cuadrilla de Macías que fueron aplaudidos camino del patio de caballo. Con los garapullos saludaron montera en mano, Joao Ferreira y Fernando Sánchez de la cuadrilla de Javier Cataño.
Fotos: Muriel Feiner
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