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Quinta novillada de la Temporada 2018 de la Plaza
de toros Arroyo con los tendidos
llenos a reventar. Se lidiaron cuatro novillos de Pozohondo, bien presentados, sobre todo los lidiados en tercer y
cuarto turno. En cuanto al juego fueron buenos, con transmisión y recorrido,
destacando el tercero de la función. Actuaron los siguientes novilleros: Francisco Martínez: oreja y oreja. Héctor Gutiérrez: ovación en el tercio y dos
orejas. Actuó como sobresaliente Diego Alarcón, quien fue herido en su oportunidad de hacer un
quite. El parte médico es el siguiente: Durante la lidia
del segundo novillo el sobresaliente DIEGO ALBERTO ALARCON ATENCO, al hacer un
quite recibió fuerte cornada en cara posterior de la rodilla izquierda. Fue
trasladado a la clínica Ortoalfa donde fue operado. Se encontró cornada de dos
trayectorias, la más importante de abajo y adentro de 15 cm y otra trayectoria
profunda de 10 cm. Dicha cornada contunde paquete vasculonervioso y lesiona músculos
y aponeurosis de la región. No ameritó internamiento hospitalario, y será
controlado como externo. De no existir complicaciones, podrá realizar sus
actividades normales en dos semanas. Atentamente Dr. Rafael Vázquez Bayod. Una tarde esperanzadora, aunque con sabor triunfalista Vaya temporada novilleril la que se está
montando este verano. Tal vez no nos encontremos con las mejores faenas, ni con
los grandes hitos novilleriles de la historia. Sin embargo, esta camada ha
logrado el cometido de meter a la afición taurina con ellos, la expectación está
levantada, y las plazas chicas están reviviendo. Ocurrió con la Florecita, que
le costó pero terminó llenándose, y Arroyo, que ha ligado llenos con diferente
grado, incluido el de esta semana, con muchas apreturas y gente de pie en los
pasillos del pequeño coso. ¿Meterán gente a la Plaza México?
Las entradas en Arroyo vuelven a ser lo que fueron Francisco Martínez abrió plaza lidiando a 3 patines –n. 12, 418 kg.–, un novillo
castaño feo de lámina, pero con edad y peso. El guanajuatense se acomodó con
las embestidas por ambos lados, un poco más cómodo por el derecho gracias a la
franqueza del animal, pitón por el que inició la faena de hinojos. Toreando por
naturales tuvo momentos rotundos. Fueron dos tandas por ese pitón, una buena y
otra enorme. Intentó seguir por ese lado, pero le costó poder con una embestida
más áspera hacia el final de la faena, haciendo honor el novillo a su nombre,
tomado del entrañable personaje que interpretara el cubano Leopoldo Fernández. Cabe
destacar, también, que bordó el segundo tercio. Mató de estocada caída y cortó
una oreja un tanto benévola.
4 hojas –n. 19, 410 kg.– fue el mejor
novillo del festejo. Tras de hacerle sangre permitió el que seguramente fue el
mejor momento del festejo, y de los mejores de la temporada. El quite al alimón
por gaoneras, cada quien con su capote, de los dos espadas. Limpio, templado,
luciendo una enormidad, un momento que paró a la plaza. Siguió la efervescencia
con otro buen tercio de banderillas. En el último tercio parecía que vendríamos
a más con un bonito inicio por doblones, pero la faena, aunque emotiva, no
alcanzó a despegar. Faltó un poco de temple para aprovechar a cabalidad la
acometividad, la repetición, y la transmisión de un muy buen novillo. No obstante
la Martinez estuvo muy decoroso, y una mejor estocada le valió una oreja más. Se
llevó una fea cogida, muy prendido, a la altura de un gluteo, al parecer sin
cornada. Francisco Martínez. Foto: Plaza de toros Arroyo Héctor Gutiérrez sin duda es, en términos
taurinos y numéricos, el puntero de su camada. Con 500 noches –n. 31, 402 kg.– impactó apenas abrirse de capa, toreando
a la verónica con salero, con temple, con gusto, rematando con una larga
estupenda. Intervino en el quite Diego Alarcón,
joven novillero capitalino, que intentó torear por tafalleras, llevándose una
cornada en la cara trasera del muslo izquierdo, por arriba de la rodilla. Estuvo
muy solvente un novillo un tanto soso, luciendo su sitio y su suficiencia técnica,
tratando siempre de alargar el trazo y de dar dimensión al muletazo. Quizás se
echa un poco en falta algo más de reposo para que transmita mejor. Mató de tres
cuartos de estocada tendida y apenas traserita para saludar en el tercio.
7 leguas –n. 39, 434 kg.–, el más
rematado de trapío de la tarde, fue un novillo sosito y paradón, tardito, con
el que Gutiérrez también pudo lucir. Le costó trabajo al hidrocálido hacer el
toreo largo y despatarrado al que ya nos está acostumbrando, y se mantuvo firma
en su intento de hacer romper al novillo. No obstante, y al son de la Pelea de Gallos,
el torero debió recortar distancias y echar la carne al asador mediante el
arrimón. Estoico, cual poste estuvo Héctor, temerario, llegándole a gran parte
del coso. La exhibición de valor se complementó con momentos muy templados, en
los que ligó manojos cortos de pases, con remates con el de pecho excelentes. Terminó
de alborotar el cotarro por bernadinas, con la gente muy metida en la faena. Cortó
las orejas con tres cuartos de estocada en buen sitio, entregándose mucho, en
la única faena de doble premio hasta ahora en la temporada. Héctor Gutiérrez. Foto: Plaza de toros Arroyo La próxima semana lidiarán un encierro de De Guadiana los novilleros Roberto Román y José Sáinz, en mano a mano. Sonarán parches y metales en punto de las 13 horas.
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