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Tercera
novillada de la Temporada 2018 en la Plaza de toros Arroyo. Ante casi un lleno
se lidiaron cuatro novillos de Gonzalo Iturbe,
bien presentados, y con nervio, aunque indefinidos y con tendencia a
aquerenciarse. Actuaron los siguientes novilleros: Emiliano Villafuerte “El Moso”:
vuelta. Sebastián Ibelles: vuelta. Arturo de Alba: saludo en el tercio. Curro Recoba: vuelta. Saludó en el
tercio Christian Sánchez, quien
destacó en banderillas.  Estupendo natural del debutante Curro Recoba La novillada
de Gonzalo Iturbe, con sangre de Piedras
Negras, que se lidió el pasado sábado 4 de agosto en el tercer festejo de la Plaza
de toros Arroyo, exigió mando y firmeza de los jóvenes coletas. Fueron novillos
con casta, indudablemente, pero no precisamente con bravura: se lo pensaban
para embestir, sin entregarse nunca. Los novilleros se las vieron con la
necesidad de meterles en la muleta, con distintos grados de éxito.
El moreliano
Emiliano Villafuerte “El Moso” se aleja velozmente de
aquel chavalillo adolescente que pasaba muchas fatigas en la cara de los
astados. Este sábado le vimos en una faceta muy avanzada con respecto a aquel
de otros años, además de muy bien vestido. Pudo lucirse con el lado derecho de Viajero –n. 26, 364 kg.–, así como recibiendo por
lances, y quitando por chicuelinas. Por el lado izquierdo el novillo arrollaba,
y no tuvo un pase. De salida, lo de distraerse y tocarse por todas partes parecía
apenas un defecto del comportamiento de la res, que con el paso de la lidia se
convirtió en un auténtico handicap,
sobre todo cuando comenzó a rajarse y terciarse, y por lo que Villafuerte nunca
se confió del todo. Mató de estocada cazando, apenas trasera y tendida, y dio
una merecida vuelta al ruedo.  El Moso, madurando como torero Sebastián Ibelles también tuvo una buena actuación.
Se enfrentó a otro novillo de un solo lado, el derecho, bautizado Rielero –n. 9, 370 kg.–, un poco más
fijo que su hermano abreplaza, pero igualmente indefinido. El inicio de la
lidia fue el mejor escaparate para que el mexiquense exhibiera su tauromaquia, con
bonitos mandiles y buen remate. Tras de buena entrada al caballo, el novillo
tomó el mal hábito de pararse al entrar a la jurisdicción de los toreros, y
levantar la cara probando. Sebastián logró buenos pases en redondo de uno en
uno al principio de la faena, y tras no lograr acomodarse, optó por la lidia de
pitón a pitón, bella y eficaz, que fue muy aplaudida por la concurrencia. Mató
de estocada delantera y tres descabellos para dar la vuelta al anillo.
 Sebastián Ibelles. Foto: Plaza de toros Arroyo Morralito –n. 5, 388 kg.– fue un novillo de características
similares al anterior, aunque un poco más soso y parado. Le tocó en suerte a Arturo de Alba, quien estuvo en la cara
con ciertas dudas y con procedimientos un poco extraños, citando muy sobre pies
y caminando hacia el toro en el primer tiempo del muletazo. En esas se pasó el
rato de una actuación larga y aburrida. Lo mejor fue la estocada decidida y
bien ejecutada del jalisciense, que saludó en el tercio.
 Arturo de Alba, sin suerte Curro Recoba se presentó como novillero, y se reveló como uno con
idea, calidad, sello, valor, aguante, y ganas de ser. Sin duda el que mejor ha
estado de entre los originarios de Tlaxcala que hemos visto en Arroyo este año,
aunque su flaqueza radica en la cierta impaciencia que exhibe en el ruedo, una
situación propia del verdor de un muchacho nuevo, sin mayor sitio. Cubrió el
tercio de banderillas sobresalientemente, variado pero clásico, cuarteando y
quebrando, separado de la escuela zapatista
que vuelve repetitivos y pesados a muchos chicos de Tlaxcala que se miran
en ese espejo.
Caminero –n. 22, 402 kg.– fue un novillo reservón, que
reculaba y rascaba la arena. Recoba tuvo problemas para tomarlo con calma y
pararse, sobar, consentir, buscar la distancia, y darle ventajas al animal. En
contraste, cuando pudo hacerse de las embestidas del novillo, se templó, tanto
por derechazos como al natural, arrimándose, intentando el toreo de aquí hasta
allá, rematando atrás de la cadera. Además se adorna, pinturero y con torería, y
dibuja trincherazos muy bonitos. Todo ello lo hace muy serio. En resumen,
esboza un muy buen concepto taurino, y tiene la preparación para firmar
actuaciones muy decorosas, aún en el inicio mismo de su trayectoria formal. Con
el tiempo ganará sitio, cabeza, tranquilidad, estructura, y podrá cuajar
grandes actuaciones. Mató de pinchazo y estocada para dar una vuelta tras
petición.  Estupendo natural del debutante Curro Recoba El próximo sábado
11 de agosto, en punto de las 13 horas, José
María Hermosillo y José Sainz lidiarán
cuatro novillos de Xajay en mano a
mano.
*Fotos del autor, salvo indicación contraria.
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