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Primera novillada de la Temporada 2018 en la Plaza de toros “Arroyo”. Ante prácticamente un lleno se lidiaron cuatro
novillos de Santillán, bien presentados. En cuanto al juego, fueron
desiguales, el primero muy fuerte, con motor y repetición, aunque pasando sin
calidad a media altura; el segundo fuerte, áspero, y complicado; el tercero y
el cuarto fueron débiles, deslucidos, y huidizos. Actuaron los siguientes
novilleros: Emilio
Macías: ovación tras aviso. Tato Loaiza: pitos tras tres
avisos. Cayetano
Delgado: vuelta tras aviso. Fernando
Vázquez: ovación tras dos avisos. Saludaron en el tercio tras
banderillear Christian Sánchez y Fernando García hijo, mientras que César Morales fue muy ovacionado tras
picar. Entre
el verdor de los espadas y las dificultades del ganado se cebaron las
posibilidades de lucimiento de unos y otros. Ni los novilleros pudieron a
cabalidad, ni los novillos del hierro debutante de Santillán rompieron a
buenos con bravura y calidad. La
tónica se estableció pronto con la actuación de Emilio Macías, tlaxcalteca con seis años de novillero. Abrió plaza Ranchero –n. 53, 378 kg.–, que acudió a
los engaños con brío y nervio, repitiendo, pero exigiendo una muleta muy
poderosa que le sometiera e indicara el camino. El joven logró extraer algunos
pases con algún lucimiento, antes de continuar con una lidia decorosa en la
medida en que las condiciones de Ranchero
disminuyeron. Escuchó un aviso y salió al tercio.  Emilio Macías, con algunos apuros De
la actuación de Tato Loaiza señalaremos, sin eufemismos ni mala leche, que pegó
un petardo. Una parte del fracaso la puso Anastacio
–n. 61, 414 kg.–, un novillo muy áspero, incierto, corto, defendiéndose, y buscando tras de las telas.
Sin embargo, lo determinante fue la pésima actitud del michoacano, que molestó
a la gente del coso usualmente silencioso de Arroyo. Pitos tras tres avisos.
Cayetano Delgado dejó los mejores pasajes de la tarde, intentando pararse y recrearse en
las suertes, cosa que logró por momentos sueltos sin mayor ligazón. Apenas
abrirse de capa dejó patente su disposición de agradar a pesar de cierta
inocencia en sus formas y procedimientos, verdes pero con posibilidades a
futuro. Así muy parado toreó a la verónica, levantó expectación con la derecha,
y dejó muy buen sabor con los naturales reunidos y sabrosos que pega. Fortín –n. 54, 412 kg.– se dejó meter
mano un poco más por su debilidad y su nobleza, pero también fue descastado y
débil. En consecuencia no vino a más la actuación neolonés. Mató con problemas
y dio una vuelta al ruedo.  Cayetano Delgado, en un natural sobresaliente El más verde del cartel sin duda es Fernando Vázquez, quien no obstante esa
condición, también se mostró como un chico con valor y disposición para estar delante
de los novillos. Quitó por gaoneras, gustando por las aptitudes ya señaladas.
En el último tercio ligó de inicio, pero poco a poco se echó al utrero encima
citando con el brazo encogido y la muleta retrasada. Su labor perdió
continuidad y la gente le respetó. Se tiró a matar con entrega aunque sin
eficacia, y escuchó dos avisos. El novillo se llamó Panchito –n. 55, 410 kg.–
 Bonito momento de Fernando Vázquez. Foto: Plaza de toros "Arroyo" El
próximo sábado 28 de julio en punto de las 13 horas, partirán plaza Orlando Mirafuentes de Anda, Roberto Román, Fernando Carrillo, y Octavio
Ávila “El Cozumel”. Se
lidiarán cuatro astados de José Farías.
*Fotos del autor, salvo indicación contraria.
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