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En el décimo primer festejo ferial y con el cartelito de no hay billetes para hoy, se celebró la corrida que había levantado una gran expectación en los aficionados, por ello las dependencias llenas hasta la bandera; el cartel tenía mucho atractivo y quizás hasta el ganado a lidiarse, pero las reses fueron un fiasco, la expectación se hundió en un negro pozo por culpa de los Jandilla más no por los toreros encartelados, que pusieron de su parte todo para satisfacer a los aficionados, pero cuando no puede ser, no puede ser y además es imposible Padilla brilló a gran altura pero solo en el segundo tercio, poniendo al público de pie, recibiendo dos grandes ovaciones, Castella, arrancó literalmente una oreja al segundo de su lote y Roca Rey nos dejó con los rulos puestos, compuestos pero sin novia.
Los toros de Jandilla, para el matadero, apenas medio sirvió y fue el único potable el lidiado en quinto lugar, los demás nones; bien presentados, con caras y astifinos, casi todos de negros pelos, quitando dos que lucieron pelaje castaño, no entendí las palmas para el segundo del encierro y quinto, que sacó simplemente genio, poniendo en aprietos a su matador. El encierro pesó de media 563 kilos.
 Padilla recibido con una ovación Juan José Padilla en su despedida más bien estuvo discreto en su lote, eso sí puso de pie a los espectadores en los tercios de banderillas, escuchando sendas ovaciones. Con las espadas, regular en su primero en que en el primer envite se partió en dos el estoque, en su segundo incluso le hizo falta el verduguillo. Silencio en ambos.
 Castella con la diestra Al torero de Beziers le tocó de entrada un toro flojito y deslucido como fue el primero de su lote, al que saludó por delantales; con la pañosa hubo ciertas protestas por torear fuera de cacho y tirando siempre hacia las afueras por ambos pitones; Con la toledana, estocada entera caída pero letal. Su quehacer se silenció. Pero mira por donde en el quinto con un toro más bien tirando a manso, sacó a relucir sus conocimientos, su técnica, su experiencia de más de 18 años de alternativa y lo recibió con 5 verónicas con gusto siendo aplaudidillo. Tras el brindis y en la boca de riego, dos pedresinas de miedo por eso fue ovacionado, cinco redondos ligados, sumando una segunda tanda mejor cerrada con el de pecho, con la otra mano en el tercer natural el burel le birló la muleta rompiendo el estaquillador, para mí el final no tuvo mérito al torear en cercanías, a destacar el circular de 360 grados. En los mismísimos medios entró a por uvas, estoque en ristre dejando una estocada casi entera y sin puntilla el jandilla. La oreja no se hizo esperar. El francés mantiene su estatus.
 Estatuario de Roca Rey Creo estar seguro que el llenazo tuvo su causa con la inclusión en el cartel del jovencísimo torero peruano Roca Rey, que no defraudó a nadie, pero en el sorteo mañanero no tuvo suerte teniendo que pechar con el peor lote que ya es decir, pese a esa mala suerte, hubieron momentos álgidos en sus labores, como esas verónicas meciendo los brazos y rematadas con torería. Los estatuarios sin mover un solo músculo, a derechas y a izquierdas con una disposición y entrega que esa labor caló en el público. Rotundo con la espada en el tercer jandilla. Rajado totalmente fue el sexto, quite por gaoneras apretadas, ovación para el limeño; los redondos fueron francamente buenos, cierto gusto tuvieron los naturales, intentó sacarle lo poco que tenía su oponente, Rey se vio obligado a torearlo donde quiso el toro, en ese terreno logró algunas manoletinas pasándose al morlaco por la faja; despenó al “enemigo” de un estoconazo mortífero del que salió sin puntilla el último jandilla. Petición de trofeo lo hubo pero sin llegar a cuajar. Palmas para peruano.
Los tres toreros ya camino del hotel fueron despedidos con aplausos, especialmente Juan José Padilla.
Y mañana Curro Díaz, con toros de Alcurrucén. Que tenga mucha suerte el linarense, allí estaremos.
Fotos: Muriel Feiner
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