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Inasequible al desaliento, ambición, hambre, con la hierba en la boca, el cuchillo entre los dientes, etc... o como lo queramos llamar.Soplo de aire fresco desde México, savia nueva para la Fiesta. Luis David Adame, dejando al margen las lógicas carencias técnicas de su bisoñez, no volvió la cara en ningún momento con la corrida de Juan Pedro en Las Ventas.  A base de querer y querer Luis David logró calar en la gente. Foto: Plaza1 El torero hidrocálido, junto con otros valores de la tauromaquia, están contribuyendo a remover los cimientos de un anquilosado escalafón taurino.
¡Un canto a la esperanza!
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