Ficha del Festejo

Mal comienzo de la maratón taurina de la capital del Reino, con poco sol, eso sí con una buena entrada para un festejo menor, pero claro era el primer festejo isidril, que todo se fue por las cañerías del aburrimiento y en esta ocasión no podemos achacarlo al ganado lidiado, más bien a la desidia de los jóvenes acartelados, que estuvieron por debajo de sus oponentes, que los animales no eran para tirar cohetes, pero por lo menos dos sí que se prestaron para ser toreados incluso para arrancarles algún trofeo, pero como no tuvieron contendientes con suficiencia para ello, los tres de la terna se fueron de vacío, insisto una vez más y con esta van unas cuantas, dónde ha quedado eso de torear con el capote, quizás para la historia, los grabados y las pinturas ya que en la arena ni siquiera lo intentan los nuevos novilleros, apenas saben recogerlos o medio, medio llevarlos hasta los terrenos de los del castoreño y no siempre bien. Se limitan a cumplir con el último tercio y no de forma que llegue a los graderíos, defraudando así a los impenitentes parroquianos. ¿Y ahora qué les cuento de la novillada?, tengo que hacerme cruces para ello, pero vamos a intentarlo hay que cumplir con nuestros asiduos lectores.

Hoy hacía su presentación en Madrid un novillero ecuatoriano, por ello acudieron muchos paisanos con sus banderas tricolores, incluso el Sr. Embajador, D. Cristóbal Roldan y prestigioso ganadero de bravo. Pero creo que todos salimos desilusionados con la actuación del paisano; creo que aún no está preparado para afrontar un compromiso de esta envergadura, me refiero a David Garzón, que ante el utrero que abrió plaza y feria, le faltó quietud y asentar las zapatillas, alguno que otro pase aceptable y pare de contar. Despenó al buen novillo de una estocada que penetró 2/3 del acero pero desprendida y delantera. Palmas para el novillo en el arrastre y silencio para el debutante. En el cuarto, segundo de su lote, con la capa nada y con la pañosa, solo posturitas, pases y más pases sin llegar a conectar con animal; silencio para ambos dos.

El segundo del encierro, bien presentado, galopando, para el madrileño Carlos Ochoa, res de res con el percal, buen puyazo de Jesús Vicente que fue aplaudida su labor, como también fue aplaudida sus dos pares de rehiletes a cargo de Andrés Revuelta, saludando montera en mano. La primera ovación de la tarde se la llevó Ochoa tras iniciar la faena con doblones muy toreros, tras ellos y en la boca de riego, dos buenas tandas en redondos siendo mejor la segunda, por ello batieron palmas los presentes, pero fue a menos con la zocata a tal punto que hubieron palmas de tango, mejoró en las bernadinas ajustadillas. Con la espada, una casi entera, sumandos cuatro descabellos. Silencio para el chavea y aplausos para su contrincante. Su segundo utrero al salir por la puerta de chiqueros fue aplaudido, por sus hechuras. Con el percal nada y con la muleta lo mismo, cerró faena por manoletinas que gustaron a los aficionados. Mal con los aceros.

Ángel Téllez con la diestra en el último de la tarde. Foto: Plaza1

Poca fuerza tenía el tercero de la novillada que le correspondió al otro madrileño Ángel Téllez, nada con la capa, bien fue el inicio de faena con la franela, pero el resto de su labor tuvo que hacer más bien de enfermero para que el novillo no midiera la arena, pero su quehacer no obtuvo relevancia alguna, pero dale que te pego, insistía e insistía, aburrido el novillero y aburrido el público, se fue por el estoque de verdad, logró meterle la mano, dejando una estocada de buena colocación que hizo doblar al novillo. Silencio en los tendidos para ambos dos. Muy cómodo de cuerna fue el novillete que cerró el primer festejo isidril. Menos mal que algo le vimos con la capichuela, con los avivadores saludó Juan Navazo. Tras el consabido brindis al público y sin probatura alguna en los medios algún derechazo potable, no así los naturales que tuvieron poco contenido, terminando de aburrir a la concurrencia, tanto insistir el novillo se puso andarín no colocándose para dar paso a la suerte suprema, recibiendo una estocada casi entera pero tendida, eso sí que acertó a la primera con el de cruceta.

Y eso fue todo lo que dio de sí el primer festejo ferial.