Con casi lleno se han lidiado tres toros de José Vázquez y tres de  Montalvo (1º, 2º bis y 6º); al 4º se le dio la vuelta al ruedo.

Pepín Liria, ovación y dos orejas

El Juli, oreja y oreja

José María Manzanares, silencio en su lote.

Liria y Juli en hombros

Como ya dijimos el año pasado, el festejo de la Feria del Milagro, que ya lleva tres años seguidos celebrando Maximino Pérez, ha resultado éxito. Pero este no llega por casualidad, esto es debido a un gran esfuerzo del empresario, haciendo promoción, publicidad. En definitiva, vendiendo bien el producto. El casi lleno en los tendidos, no se consigue por amor al arte. Enhorabuena Maximino.

Y al igual que el año pasado, con el regreso de Pepe Luis Vázquez, hoy se producía la del murciano Pepín Liria. El veterano espada de Cehegin, este año quiere celebrar sus 25 años de alternativa, con compromisos importantes. En la tarde de su regreso con su primero se le vio con ciertas dudas y algo torpe, es verdad que el animal no era del todo claro en su comportamiento y impedía confiarse.

Así comenzó la tarde Pepín Liria

Ante el cuarto de la tarde realizó, lo que para mí ha sido lo mejor de la tarde. Un toro que en el caballo se dejó dar, pero que llegó con movilidad. Pepín le estuvo dando muy bien los tiempos, dejándosele llegar de largo sacó algunos derechos con templanza y calidad. Es verdad que faltó que se lo ciñera un poco más y le bajara mas la mano. Al final de la faena, cuando le estuvo propinando ya algunos lances de cara a la galería, como circulares invertidos y desplantes de rodillas, el público comenzó a pedir con fuerza el indulto. Pero él lo tenía claro y le entró a matar. Le dejó una estocada entera desprendida de colocación.

Así la terminó el murciano

No entendí la petición de indulto a este cuarto toro, un gran animal para el último tercio, pero que en el caballo se dejó dar. Lo que sí que debemos aclarar, es que este toro de hoy tenía bastante más motor que el que el año pasado indultó Manzanares, del mismo hierro. Finalmente el reconocimiento, se quedó en una vuelta al ruedo.

Una revolera de El Juli

El segundo del cartel, era el madrileño Julián López “El Juli”, que hoy se presentaba en esta localidad toledana. El que le tocó en primer lugar fue devuelto a los chiqueros, ya que estaba descoordinado por completo. Con el sobrero de Montalvo, no terminó de decir mucho a los tendidos. Realizó su toreo de siempre, bastante fuera de sitio y sin ceñírselo en ningún momento. Incluso le entró a descabellar, cuando solamente le había pinchado sin dejarle el acero. Pero el público festivo le premio con un apéndice.

El Juli en su segundo

Con el quinto de la tarde, un animal que fue el de más calidad, pero un poco falto de raza. Debemos decir que estuvo un poco más templado y gustándose mas. Sobre todo se recreó en varios remates de las series, con cierto influjo mexicano. Aunque para mí a una máxima figura de Julián, debemos exigirle mucho más y dar la cara en todas las tardes, no solo cuando le interese. Exprimió al toro por completo y se metió a la gente en el bolsillo. Lo mató de una estocada casi entera desprendida, precedida de un mete y saca bajo de colocación. Otra vez le premiaron con una oreja bastante baratita.

Manzanares en el último

Si el año pasado el triunfador numérico, con indulto incluido fue el alicantino José María Manzanares, este año tuvo que pechar con el peor lote. El tercero, un animal inválido de solemnidad, que tanto las cuadrillas como el presidente, decidieron mantenerlo en el ruedo de manera incomprensible. El que cerraba plaza, fue un animal bastante descastado y desrazado, ante el que el alicantino poco de interesante pudo realizar.

Lo que si que le tenemos que pedir a Maximino, es que cuide un poco más la presencia de los animales. Es verdad que nos encontramos en una plaza de tercera, pero los tres primeros toros, estaban anovillados por completo. Incluso la corrida inicialmente fue remendada, no me quiero ni imaginar cómo serian los dos que desecharon en el reconocimiento.

Fotos: Muriel Feiner