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En Tlaxcala se tiene culto a la bravura, se crían toros y personas también, no es pues casualidad que Rodolfo Rodriguez “El Pana” naciera por esos lares, en Apizaco. Con sesenta y cuatro junios dejó este mundo raro que le negó tantas cosas, como Las Ventas de Madrid, que este año le han rendido homenaje poniéndolo en la portada de uno de los programas; y que le dio otras tantas, como el calor de las buñis y el reconocimiento, aunque tardío, como el último romántico de la fiesta.
Así fue El Pana, un romántico hasta las cachas que un día se decidió a tirar al cuerdo mediocre y alimentar al loco genial que era y lo vistió de plata por ser más mexicana que el oro. Se citó muchísimas veces con la muerte, le fue con salero, le caminó con esos pasitos peculiares tan de él; El Pana era auténtico, manaba arte, como cualquier hombre que esté enamorado de la vida y tenga duende.
Y fue a escribir su último verso, dijo Ana Pedrero: en una plaza sin pena ni gloria, allá donde Cristo perdió el mechero, con un toro sin pena ni gloria… Puta vida, puta plaza de mala muerte sin muerte.
Hoy se cumple un año de aquel día en que recibimos la noticia que no queríamos oir nunca y sin embargó llegó, luego de días hospitalizado se nos había ido su cuerpo; nos quedó su ejemplo y en gratitud el Instituto de desarrollo taurino de Tlaxcala ha organizado varios eventos para homenajearle. A continuación el calendario de eventos: Homenaje
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