|
En la segunda corrida de la Temporada los toros de Lebrija hicieron naufragar la esperanza de una buena tarde; no hubo manera de que los diestros lucieran debido al mal juego de los astados queretanos. Una mala entrada -tal como se esperaba- fue el gris marco para la actuación de los toreros-banderilleros, que estuvieron muy por encima de sus respectivos enemigos.
Abrió el festejo el rejoneador Horacio Casas, cuyo único mérito fue el de ser breve y no alargar innecesariamente su trasteo. Actuaron también los forcados Hidalguenses, uno de los cuales salió herido, afortunadamente sin ser de gravedad.
Alfredo Ríos “El Conde” hizo lo más torero de la tarde al entender a su primer astado y darle la lidia adecuada, sin exigirle de más, pero aprovechando lo poco que tenía el astado. Tuvo petición de oreja en sus dos turnos (a su segundo toro lo mató de un estoconazo), pero el Juez de plaza Gilberto Ruiz Torres tuvo el acierto de no conceder ningún apéndice.
“El Conde” hizo lo más torero de la tarde Uriel Moreno “El Zapata” sólo pudo lucir en banderillas, dando una vuelta al ruedo después de ejecutar un nuevo par que resultó muy vistoso, aunque me parece que el mejor par que puso fue el último a su segundo astado, donde se vio realmente comprometido, debido a las ventajas que le otorgó al de Lebrija.
“El Zapata” inició así uno de sus trasteos “El Fandi” trató de agradar, pero al igual que sus alternantes se topó con la sosería de sus enemigos; será para otra ocasión.
El próximo domingo se espera una gran tarde; ojalá los toros que pidió Julián sean verdaderos toros para que lo hagan él y “El Payo” tenga verdadero mérito.
|
|