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Tarde agradable, ambiente de feria con tres cuartos de entrada en el bello coso taurino de la plaza de toros Jorge “el ranchero” Aguilar, y con un encierro de la ganadería de Rancho Seco, donde abundo la falta de presencia de los toros, y en su mayoría descastados y deslucidos, a excepción del cuarto de la tarde que mereció el arrastre lento el cual fue bravo y con clase.
El rejoneador Horacio Casas: silencio.
Rodolfo Rodríguez El Pana: silencio y vuelta.
Iván Fandiño: división de opiniones y silencio.
Sergio Flores: una orreja y silencio tras un aviso.
 La única oreja del festejo para Sergio Flores
La tarde de este fin de mes de octubre, bajo una tarde donde se presagiaba lluvia y frio, terminó siendo agradable, para poder ver expresar la tauromaquia de tres toreros con un sello personal, la ¿despedida? del ultimo romántico de la fiesta brava, Rodolfo Rodríguez El Pana, algo que hemos venido escuchando por varias ocasiones en estos últimos 15 años más o menos, la presencia del ibérico Iván Fandiño, quien tiene en su haber grandes triunfos en europea y está considerada como una figura de la tauromaquia europea, a su vez, se presentó también ese gran torero tlaxcalteca, Sergio Flores, el cual viene con una temporada mexicana importante y con grandes éxitos.
La terna se enfrentó a una “corrida” de la ganadería de Rancho Seco, que a la postre resulto descastada, anovillada y con falta de presencia en general, el primero para rejones malo, descastado, aquerenciado en tablas, pitado en el arrastre, el segundo cumplió en el caballo, repetía enrazado, palmas en el arrastre, el tercero anovillado cornicorto tocado, soso sin peligro, cuarto bravo al caballo, fijo en los medios, con clase en ambos lados, extraordinario en la lidia, arrastre lento, quinto, descastado soso sin trasmitir, sexto por la misma condición que el anterior, séptimo, manso perdido, todos a excepción de dos toros con una pobre presentación de cara, cornicortos y sin morillo, una verdadera pena la presentación y comportamiento del ganado, quedo a deber nuevamente la ganadería en un encierro completo.
Horacio Casas, no quiso saber nada en el ruedo…
Tal parece que la presentación al día siguiente en la plaza México, motivo al caballista mexiquense para salir únicamente a cumplir al ruedo tlaxcalteca y aunado a tener en la arena a “Furtivo” con 450 kgs. y marcado con el número 166 que desde salida se fue a refugiar a tablas, simplemente se tuvo un espectáculo que llego a los tendidos como un soplido mágico para dormir, tedioso, sin entregarse, sin encelar al toro, Horacio hizo una gala solamente de colocar dos rejones de castigo, pasadas en falso con las banderillas, y dejando en las manos de los subalternos que han estado fatal en la brega del toro, vaya, hasta el grupo de forcados Teziutecos que actuaron con el, tuvieron la suerte de realizar una pega, tres intentos y dos forcados enviados a la enfermería, lo mejor de este toro fue la participación del sobresaliente, Alejandro Lima El Mojito, que tuvo que matar al toro con rapidez a la falta de certeza del rejoneador con la hoja de peral, una tarde para el olvido del torero a caballo.
Rodolfo Rodríguez El Pana, es momento de retirarse con el cariño del público…
Es cierto, El Pana es el último ídolo natural del pueblo dentro del toreo moderno en nuestro país, un torero que nació fuera de época y que hizo su propia época, pero los años no pasan de en balde, y la vida llena de romanticismo y desorden han cobrado ya la factura en el cuerpo golpeado del veterano torero de Apizaco, en su primer toro se vivieron momentos llenos de inspiración y valor, pero solo eso, momentos, la portagayola donde todos pasamos más miedo que el torero, al verlo limitado en sus facultades para ponerse de pie, pero vaya “tlaxcalteca” ha ejecutado, nos dejó con la boca abierta, una verónica asilverada y un remate con el sello de la casa, dos chicuelinas con la pierna de despido recargando la suerte , brindis a un niño forcado y se gana el cariño del público con el detalle, un péndulo pegado a tablas con un toque de dramatismo que permitió pasar a milímetros de la cintura los pitones del toro, pases por alto y liga un natural prodigioso, “macheteo” a la antigua y termina con un pinchazo y una estocada defectuosa, se retira entre aplausos del público.
En su segundo “sinfonía” de 485 kgs. y número 187, donde el Pana guardo el capote mágico para pasar desapercibido, con la muleta faena por alto únicamente en todos y cada uno de aquellos pases que antaño se veían, bajo las notas sentimentales de las golondrinas, se ha visto a un torero mermado de facultades, costándole trabajo desplazar la pierna izquierda, dios es grande y lo sigue protegiendo, los sentimientos son encontrados, creemos que es momento de que Rodolfo Rodríguez González, deje al Pana retirarse bajo el cariño que le impera su afición de Tlaxcala, y de paso a dejar la leyenda en la memoria de todos los aficionados taurinos que crecimos al lado e influencia de su imagen torera, vuelta al ruedo bajo la entrega y el cariño del público para su torero…
Iván Fandiño, nadie niega su torería, pero solo espejos tenemos en México…
El ibérico Iván Fandiño, torero que ha logrado ser reconocido como uno de los principales toreros de España, siempre llega a México y levanta la ilusión de verlos realizar faenas con sus tauromaquias con “toros” hechos y derechos, pero solo espejos nos traen y bajo sus condiciones de “figura”, tal vez deberían las empresas ver las “condiciones” con las que llegan los toreros mexicanos a España, “Afinado” 450 kgs. y número 185, cárdeno anovillado cornicorto en exceso una condición de burla para ver una figura, con la técnica de Fandiño, cuatro verónicas y un remate de media muy torera, brindis de reconocimiento al Pana, con la muleta de tablas al tercio doblándose con él, faena que inicia con el reclamo de los aficionados por la falta de presencia del toro, series cortas sin españoladas sin trasmitir, su mejor momento tres muletazos por el lado derecho, ya que por naturales no dijo nada, manoletinas para finalizar, ya con la espada pinchazo en alto, para terminar con un espadazo artero y trasero para tener división de opiniones.
Con su segundo de nombre “entonado” con 465 kgs y número 141, careto, coletero, girón, el más “presentado” en su cornamenta, verónicas marcando los tres tiempos con gran técnica y una media, buen par del banderillero mexicano Pascual Navarro, llevándolo a los medios con la muleta, comenzó a buscar agradar al público de la “Ranchero” Aguilar, pero lo descastado del toro, hecho por la borda todo intento, a base de insistir en la cara del toro, logra su mejor momento en dos series de muletazos por el lado derecho, bernardinas buscando meter a la canasta a la afición pegado a tablas, se tira a matar y deja un espadazo hilvanado como se dice en el argot taurino “pellejera”, para después dejar un espadazo contrario de efectos rápidos y dejando a la afición con ese sabor agridulce de su actuación sin “toros”.
Sergio Flores y “Armónico” un triunfo que pudo ser de rabo…
El espigado torero tlaxcalteca hoy por hoy, es una de las fuertes promesas para ser llamado figura del toreo, lo vemos en un futuro con una buena administración como pareja en los carteles de las principales ferias del país del hidrocálido Joselito Adame, no se inmuta con los toreros que lo pongan y eso es bueno, es actitud de hambre de ser uno de los principales protagonistas del toreo en México, y tuvo que ser el encuentro con “Armónico” de 460 kgs. y marcado con el número 168, cárdeno delantero que no era un prodigio de trapío pero si de inigualable calidad, desde su salida y remates abajo en el burladero mostro la calidad que encerraba en su genética, seis verónicas con manos de tejedor de seda, media de manos bajas y una revolera fue el saludo en el ruedo, con el caballo solo se marcó el puyazo sin dejar de la puya entrara completa y ese fue el secreto, lo cuido y lo mimo por esa gran cualidad que le vio desde el inicio, con la muleta se lo ha llevado con elegancia y mando hacia los medios, termino la serie con un cambio de manos portentoso, su toque mágico con la bamba de la muleta de toreo verdad, le permitió ligar unos muletazos por naturales con clase y arte, liga por la derecha y el toro rompe, y llega el momento cumbre de la faena, muletazos largos, templados, con empaque y sabor de un torero de muy altos vuelos, reventó la plaza con magia y elegancia, vino una seria de detalles artísticos con trincherazos y trincherillas con la mano izquierda estos últimos, nuevamente liga dos series de muletazos de mano derecha auténticas y verdaderas, dosantinas en tablas que levanto de los asientos a los aficionados, en los medios se precipita y pincha en alto, coloca nuevamente y pega una estocada que se le premia con una oreja que de haber sido en el primer viaje le hubiera cortado el rabo.
Con “Pandero” de 470 kgs. y número 176, cárdeno anovillado cornicorto, solo diremos que pocas veces vimos a un toro huir hacia las tablas como lo hizo este, Sergio con ganas y deseos, pero con este “marmolillo” nada mas no pudo hacer nada mas que voluntad del torero y agradecimiento de la afición.
*Foto: Humbert
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