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Con casi lleno se han lidiado cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y uno (4ºbis) como sobrero de Valdefresno, descastados en conjunto. Se corrió turno por resultar herido López Simón, lidiándose 3º y 5º por Urdiales y, posteriormente 4º y 6º por el propio López Simón.
Diego Urdiales, silencio, saludos y silencio López Simón, oreja, oreja y silencio. López Simón a hombros Perdónenme que insista con una palabra que se ha convertido ya en una muletilla a la hora de empezar las crónicas de cada día, pero dadas las circunstancias, no queda otra; ¡qué pena, que pena de festejo!, pero los últimos resultados, nos hacen decir casi siempre lo mismo. Otra de las mansadas de lo que va de temporada, que dio al traste del tan cacareado mano a mano por la empresa; bien dice el refrán taurino ¡Corrida de expectación, corrida de decepción!. ¿Y por culpa de quién?... por culpa de los cornúpetas que salieron por la puerta de chiqueros, marcados con el hierro del Puerto de San Lorenzo cuyo origen de Atanasio Fernández – Lisardo Sánchez, no son ni sombra de lo que antaño fueron; el sobrero cuarto fue de Valdefresno, que da lo mismo, tanto monta, monta tanto.
Menos mal que la tarde la arregló el joven matador López Simón, nacido en el municipio de Barajas (Madrid), que por tercera vez en esta temporada logra la Puerta Grande, a base de entrega, firmeza y tesón, ya que fue herido en el primero de su lote, (ver parte médico), pese a ello no le faltaron arrestos para cortar dos orejas y conseguir la tan anhelada Puerta de Madrid. El otro alternante nacido en la localidad riojana de Arnedo, Diego Urdiales, curtido en cien batallas, con las corridas denominadas duras, hoy vio la cruz de la moneda ante un lote manso y deslucido, que no dio facilidad alguna para que el riojano pudiera demostrar ese magnífico toreo que atesora, es decir el toreo de siempre y eterno, que no tiene ni trampa ni cartón.
De los toros, mejor ni hablar; escasitos de fuerzas, sin raza ni bravura, eso si bien presentados, astifinos de cuerna, pero como decía ayer, sin nada dentro. Pitados en el arrastre los tres primeros y silenciados los otros dos, así mismo el sobrero pitado camino del destazadero; peso medio en la romana 555 kilos.
Urdiales le recetó buenas verónicas a sus toros a pesar del mal lote toreado El maestro, porque así ya se le puede llamar a Diego Urdiales, estuvo ante su lote desangelado y dubitativo, pero hay que destacar, el saludo con el percal con un ramillete de verónicas acompasadas, embraguetadas y de manos bajas al toro que abrió plaza y una trincherilla cartelera, pero a su segundo le dudó con frecuencia, algo parecido fue la labor muleteril al tercero, al que dada su mansedumbre, optó por trastearlo por la cara y despacharlo con prontitud con una estocada entera pero saliéndose de la suerte que fue más que suficiente para entregarlo al tiro de mulillas. Hoy para Diego no era su día.
López Simón, herido, se entretuvo en cortar orejas Pese a las escasas embestidas del burel que era un mulo con cuernos, López Simón, logró un trofeo en el primero de su lote, por esforzarse ante su público, toreando conectando con él toreando en redondo con la diestra mano, cerró labor con unas manoletinas de infarto; pese al pinchazo en el primer embroque, dejó luego con mucha habilidad una estocada entera que le valió el primer trofeo; tras mostrarla Alberto pasó a la enfermería; no pudiendo salir de ella hasta el quinto de la corrida, que fue justamente en ese cuatreño en que logró el segundo trofeo ante un manso rajado; fue fortísimamente ovacionado tras el saludo capotero; se metió al respetable en la buchaca, cuando ejecutó cuatro derechazos de esos de olé rematando quehacer con un estupendo forzado de pecho y así siguió por ese pitón rematando la tanda con el doblete de pecho, tampoco estuvo manco con la zurda y lo mejor a la hora de ejecutar la muerte que fue al encuentro dejando una estocada entera y arriba, saliendo el burel muerto sin puntilla. Petición de la oreja y hasta un segundo trofeo, que con acierto D. Justo Polo no concedió, por ello una parte de sus incondicionales abuchearon al Usía. Pero el sexto y último del festejo se lesionó una pezuña, teniendo que abreviar el torero de Barajas, matando al animalito de un meti-saca y dos golpes de verduguillo. Con vergüenza torera, pidió perdón al respetable por lo acontecido. Ya veremos si mañana puede cumplir con su segundo compromiso en la feria otoñal.
El varilarguero Alberto Sandoval de la cuadrilla de López Simón fue despedido con aplausos tras picar al sexto. Y con los garapullos, escuchó aplausos Vicente Osuna, también se aplaudió con fuerza a Domingo Siro por su lidia al quinto, ambos toreros de plata de la misma cuadrilla que Alberto Sandoval.
Parte facultativo: López Simón sufre herida por asta de toro en el tercio superior cara posterior del muslo izquierdo. Una trayectoria hacia arriba de 12 cm. que alcanza el pubis. Pronóstico reservado.
Mañana día tres; toros del “Vellosino”, para Uceda Leal, Eugenio de Mora y López Simón o su sustituto. Fotos: Muriel Feiner
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