Ricardo Maldonado, ovación, vuelta y dos orejas
Ricardo Rivera, dos orejas y oreja
Alejandro Marcos, cogido en el tercero, no pudo continuar la lidia.
Alejandro Marcos fue cogido en su primero
Tarde muy desagradable, con un molesto viento, en ocasiones racheado.
El denominador común de la novillada de Pío Tabernero fue la falta de casta y de fuerza, eso sí noble toda ella.
Flojo, noble y descastado el que abría plaza. Sin humillar y falto de clase el segundo. Falto de recorrido el flojo tercero. Soso el zambombo cuarto. Manejable por el pitón derecho el quinto. Cojeaba de los cuartos traseros el rajado sexto.
Voluntariosas actuaciones de Maldonado y Rivera. Por su parte el salmantino Alejandro Marcos corrió peor suerte, siendo feamente volteado al entrar a matar sufriendo una conmoción cerebral. En estos momentos se encuentra en un hospital de Valladolid a la espera de realizar algunas pruebas.
Un severo puyazo cobró el primero, demasiado tiempo en el peto, lo acabaría acusando en el último tercio. Flojo, con la cara a media altura, falto de raza llegó a la muleta. Ricardo Maldonado en un trasteo a media altura, con la muleta retrasa lo intentó sobre la diestra. Faena sin emoción rematada con una estocada entera de habilidosa ejecución en el segundo envite.
Desigual con los palos Gerardo Rivera en el segundo. Principió su labor con la muleta de rodillas. Faena muy larga, no se aburrió el mexicano, con un toro falto de entrega y de raza, sin humillar. Solvente Rivera en un trasteo en el que corrió la mano con suavidad, sin tirones bruscos. En el epílogo acortó distancias apostando por un toreo de cercanías. Mató de una estocada entera y tendida.
Desconfiado Alejandro Marcos con el tercero, incómodo frente a un deslucido novillo de nulo recorrido, decidió abreviar la faena. Se atascó con la espada, siendo prendido feamente en una de las ocasiones recibiendo una aparatosa voltereta, lo levantaron conmocionado lo que le impidió continuar la lidia.
Tan apretado de carnes y con cuajo de toro como pobre de cara el cuarto, un zambombo que fue mal picado. Aplomado llegó a la muleta, voluntarioso Maldonado en una faena sin ligazón, de uno en uno. El novillo, muy falto de raza, se echó antes de entrar a matar.
Con una larga cambiada de rodillas recibió Rivera al quinto, que empujó bien en el peto, se agarró bien Bastida. Fácil aunque desacertado en la colocación, el mexicano con los palos. Faena de torero con oficio, resuelto, corrió bien la mano sobre la diestra en un conjunto despegado, siendo monótono y reiterativo. Dejó media estocada tendida.
Arrastraba los cuartos traseros el que cerraba plaza, parecía descaderado. Al vallisoletano Maldonado le costó estar delante del novillo, en una faena de querer, pero sin sujetarse las zapatillas. Al final de faena de robó algunos naturales estimables a favor de querencia. Buena estocada aunque tardaría en caer el novillo.