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No debe ser nada fácil el venir a Madrid, mentalizado que tienes que matar dos novillos, con el trapío y cuajo de esta plaza y finalmente te ves estoqueando a todos los animales que salieron por chiqueros. Esto es lo que le sucedió hoy al madrileño Francisco José Espada, ya que sus otros dos compañeros de cartel, Martin Escudero y Joaquín Galdós, fueron aparatosamente cogidos y se quedaron inconscientes. Antes de analizar la actuación de Francisco José me gustaría comentar que pasó con la novillada. Inicialmente el ganadero trajo ocho animales, pero en el primer reconocimiento, todos los novillos fueron desechados por estar sospechosos de pitones. Se tuvo que ir al campo a por mas animales, finalmente tuvo que ser remendada con dos animales de Dolores Rufino Martin, de procedencia Marques de Domecq. Dos remiendos bastante toreables en el último tercio. Finalmente Francisco José Espada, que el año pasado resultó triunfador de la Feria de San Isidro del escalafón inferior ya que le tocó en suerte un gran novillo de El Montecillo. Hoy se volvió a anunciar ante esta misma ganadería. Los novillos del hierro titular salieron exigentes y con bastantes complicaciones en los primeros tercios. En la muleta había que hacerle las cosas muy bien.Con este cuarto fue cuando dibujó los mejores muletazos Me gustó la labor de Espada en el cuarto novillo de la tarde, un animal muy complicado en los primeros tercios, pero que finalmente consiguió meter en la muleta, haciéndole las cosas muy a su favor. Se le concedió una oreja, totalmente merecida, desde mi punto de vista. Por el contrario estuvo muy por debajo de los dos buenos remiendos de Dolores Rufino, unos animales muy toreables en el último tercio. Al joven espada se le vio muy acelerado y no los terminó de entender. En definitiva Francisco José Espada, intercaló buenas actuaciones, con otras en las que estuvo por debajo de los animales que le correspondieron en suerte. No la terminó de aprovechar, pero no debe de ser fácil tener que matar seis novillos en Madrid. Menos mal que en el quinto novillo, después del bajonazo con el que mató a su oponente, y a pesar de la bochornosa petición de oreja, no la concedió el presidente Trinidad López Pastor Expósito, manteniendo un poco, el pelín de exigencia que todavía le queda a mi querida plaza de Madrid.
*Foto: Muriel Feiner
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