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Ficha del Festejo El refranero español que es muy rico, se dice sobre el mes de febrero era el loco, pero atrás queda aquello ya que el mes de mayo aún está más chalado, en 19 días que llevamos del mes de las flores han pasado por él tres de las estaciones, en los primeros días y como debe de ser, la Primavera, luego un Verano de altas temperaturas y un día de los finales de Otoño como el de hoy, todos los parroquianos que hoy asistimos a la décima segunda de feria, pasamos un frío de no te menees y encima le dio por soplar al dios Eolo de lo lindo, hasta el punto que un gran número de espectadores abandonó los tendidos en el 5º toro. Con el mayor enemigo de la fiesta taurina, como es el viento, las cosas en el ruedo se ponen más bien cuesta arriba y los coletas tienen que pelearse no solo con los cornúpetas sino con el vendaval, perjudicando la lidia y hasta el triunfo, con esto queda dicho todo. Se lidiaron seis toros con el hierro de Alcurrucén propiedad de los hermanos Lozano, algo “mejores” que los del “Cortijillo” del primer día, muy bien presentados, tres cinqueños, bien armados, aunque bajos de raza y justos de fuerzas, escuchando una ovación el toro segundo, palmas para el primero y el quinto, pitos el tercero y los dos que sobran silencio camino del patio de arrastre, seguro que si no sopla el viento hubiésemos visto más si son lidiados fuera de las rayas y en otros terrenos y no en los tendidos cinco y seis, donde sus matadores tuvieron que refugiarse. El peso medio en la romana alcanzó los 565 kilos. Bastante hicieron los tres alternantes ante las dificultades meteorológicas y el poco juego de los cinqueños, exceptuando los bureles ya reseñados en líneas anteriores.  Antonio Ferrera en un par de exposición Antonio Ferrera, ante el toro que abrió plaza, que en ningún momento humilló, una vez más demostró lo que es la sabiduría y la técnica de un torero cuajado y con una larga experiencia, lidiando al toro como hay que hacerlo, pero eso ahora no gusta ni llega a convencer a los nuevos aficionados que asisten a la plaza, para ellos, hay que pegar muchos pases poniéndose bonitos, porque así no se divierten, no supieron valorar al extremeño, pero como aún quedan unos cuantos que si entienden y valoran esto, aplaudieron a Antonio al finalizar su quehacer. Ferrera se lució al saludar con los lances a la verónicas, también lo hizo con los garapullos. Doblones toreros al inicio de faena, que tras ponerle el toro los pitones en la barbilla, el torero pudo con el morlaco con su ya consabida profesionalidad, toreó por ambos pitones y menos mal que unos cuantos aficionados valoraron su labor y ovacionaron al ibicenco-extremeño. Tras despenarlo con honradez y pese a que la estocada entera quedó algo ladeada, al matador se le premió con fuertes palmas. Su segundo tampoco humilló y fue soso en sus embestidas, una vez sobresalió en el segundo tercio. Pero ya con la pañosa, las cosas se pusieron imposibles dadas las condiciones de su oponente, insistió Antonio machaconamente, pero todo era inútil; con los aceros pinchó en dos ocasiones hasta conseguir una estocada entera delanterilla y baja, rematando el puntillero. Silencio en los tendidos.
 Juan Bautista con la diestra El de Arles Juan Bautista, sorteó el mejor lote, siendo su primero un cinqueño que fue más que bien por el pitón zurdo, de todas maneras logró ligar y mandó con la mano derecha en buen son, pero lo mejorcito vino con la otra mano en una larga tanda de buenos naturales que se aplaudieron, tomó la espada de matar, lo cuadró y entró a matar, dejando una estocada entera algo delantera; rueda de peones, todo acabó con un golpe certero de cruceta. Silencio en los tendidos. Su segundo, quinto de la corrida, manseó en el jaco yendo de oca a oca y tiro porque me toca, se dolió en banderillas, pero mira por donde cambio totalmente en el último tercio metiendo la cara y humillando. Los tres derechazos del francés fueron desmayados y así continuó en ese son siendo jaleado por los aficionados, los naturales con quietud sobresaliendo uno de 360º, totalmente relajado estuvo el de Francia, gustándose y teniendo una encomiable actuación. Rubricó la faena con un espadazo arriba, saliendo el cinqueño sin puntilla. Pañuelos blancos por doquier, creo que según mi parecer no fue justa la autoridad al no conceder el trofeo, por menos en lo que va del ciclo a estas alturas, se ha concedido un trofeo; pero doctores tiene la iglesia. El de Arles sin disgustarse dio y con merecimiento la vuelta al anillo.
 El Capea rodillas en tierra El menos afortunado fue el salmantino Capea, al que le tocó el lote menos manejable del encierro, que el de Salamanca se esforzó no cabe duda ante sus dos toros. Estuvo con seriedad y con las rodillas en la arena inició labor, siendo aplaudido, tras los redondos diestro que tuvieron buen tono, bajó por el pitón contrario aunque digno. No estuvo muy acertado con la tizona, dos pinchazos al salirse de la suerte hasta conseguir una estocada entera desprendida que acusó el bóvido cayendo redondo. Silencio para El Capea. Como si ya fuera una ley no escrita el torero brindó al respetable; todo su quehacer con la franela roja poco eco tuvo en los tendidos, tanto los pases derechos como los zurdos terminaban por arriba, pese a su voluntad plausible, al final no nos dijo nada y apuntaré que estuvo digno. Pasaportó a su oponente de un pinchazo sin soltar y una entera un pelín desprendida. Otro silencio para el salmantino.
El único de los banderilleros que escuchó aplausos fue Rafael Vioti al parear en el quinto y de la cuadrilla de Bautista. Fue muy aplaudido Ricardo Izquierdo por la lidia y brega al sexto que pertenecía al Capea. Ya veremos que nos deparan mañana los toros de Jandilla y el cartel que lo componen Miguel Abellán, El Fandi y Manuel Escribano. Fotos: Muriel Feiner |
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