La tarde de hoy ha sido entretenida y con interés, a pesar del desfile de mansos y descastados toros que hemos visto salir por los chiqueros. Esto ha sido provocado, a que dos toreos como el toledano Eugenio de Mora y el burgalés Morenito de Aranda. Dos toreros que se encuentran en un buen momento y tienen el reconocimiento del verdadero aficionado a los toros.

De hinojos comenzó Eugenio de Mora la faena a su segundo

El toledano Eugenio de Mora, ya ha dejado varios apuntes en sus tardes anteriores en el coso venteño, pero hoy hacia el paseíllo en San Isidro, donde todo tiene mucha mayor repercusión, el toledano no desaprovechó su oportunidad. Estuvo bastante por encima de los dos animales que le tocaron en suerte, demostró su buen concepto. Parece vivir una segunda juventud, yo le veo mucho mejor que cuando era joven y le llevaba la familia Lozano. La oreja dada al cuarto, quizás pudo ser un pelín excesiva, ya que la estocada no cayó en lo alto, aunque se tiró con ganas a matar. Pero por encima del concepto número de oreja, yo me quedo con la disposición y la actitud que tuvo toda la tarde.

El burgalés Morenito de Aranda, llegó con las mismas ganas de triunfar, a pesar de haber conseguido la siempre soñada puerta grande, el pasado día 2. Una tarde en la que el espada estuvo totalmente entregado y dispuesto. Tanto con el capote, dando bellísimos lances a la verónica, en su primero en la muleta no pudo decir mucho ya que la res estaba bajo mínimos. La faena que verdaderamente llegó a los tendidos, fue ante el quinto, un toro con cierta bondad por el pitón derecho, pero al que le faltó mucha más casta y raza. Dio muletazos templadísimos de calidad, la gente estuvo desde el inicio hasta el final totalmente metida en la faena, con un enorme silencio que hace mucho que no se vivía en Madrid. Al igual que su anterior compañero, no estuvo acertado con los aceros. La oreja puedo resultar excesiva, pero es de reconocer la gran tarde que no has dado.

Cerraba cartel el mexicano Arturo Saldivar que pasó sin pena ni gloria por el coso madrileño.

En definitiva, en la andanada hoy hemos vivido una tarde larga con muchos sobreros, pero mereció la pena por la actitud de dos grandes toreros, que merecen muchos mas contratos que los que tienen firmados.