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Con más de un cuarto de entrada se han lidiado cinco novillos de González Sánchez Dalp y uno de Puerto de San Lorenzo (1º bis), de variado juego.
Juan Miguel, silencio tras aviso en su lote
Clemente, ovación y silencio
Alejandro Marcos, ovación tras aviso y aplausos tras aviso.
Con un Lorenzo radiante y con una muy agradable temperatura dio comenzó la mini feria de la Comunidad de Madrid, celebrando así los tres días festivos, iniciándose con un festejo menor con cinco novillos de González Sánchez Dalp y un remiendo de “Puerto de San Lorenzo” que abría la novillada, siendo sustituido por uno del mismo hierro salmantino, para tres novilleros, uno de ellos, el de Colmenar de Oreja (Madrid), ya conocido por los aficionados capitalinos, el segundo, hacía su presentación en Madrid, el francés Clemente, que dejó una magnifica impresión, siendo el más destacado de la terna el salmantino Alejandro Marcos, que perdió un trofeo por el mal uso de los aceros.
La novillada titular, bien presentada, bien de armaduras, pero de poco juego exceptuando el utrero tercero que fue ovacionado camino del destazadero, el remiendo y el primer sobrero de el Puerto, no dieron el juego esperado de tan antigua ganadería, siendo pitado en el arrastre el sobrero. El resto del encierro también se fue al desolladero en silencio mientras las mulillas se los llevaron; el peso medio de la novillada fue de 495 kilos, el de mayor peso fue el 6º con 514 y el de menos 470 kilos sus lomos. Con un encierro de estas características bastante hicieron los novilleros; tocándole el peor lote al de los madriles y el mejor a Alejandro Marcos.
Juan Miguel en redondo Nada nos dijo el de Colmenar Juan Miguel ante su deslucido lote, (los años pasan y en esta tan difícil profesión pesan), casi un torito era su primero, un sobrero del Puerto, bien hecho, de poca cara, muy abanto y con las fuerzas justas, nada le vimos con el percal, pero tampoco destacó con la pañosa, quizá una tanda con la diestra en buen son, pero su quehacer fue de muchos muletazos si llegar en ningún momento a los tendidos, más aún cuando fue desarmado teniendo que tomar el olivo; tampoco estuvo bien con los aceros, pinchando tres veces, hasta conseguir una estocada entera ligeramente desprendida con la que dobló el utrero. Silencio con recado. Algo parecido sucedió con el cuarto, que brindó al maestro Palomo Linares que ocupaba una barrera del 8. Bien en principio de faena, pero el resto de su labor fue diluyéndose poco a poco, no llegando a los parroquianos, fue una pena que una de las tantas tandas perdiera los trebejos. Despachó a su “enemigo” de dos pinchazos, media estocada y de un certero descabello.
Clemente recibiendo al novillo con el capote El primero de Clemente, manseó aunque fue de largo al caballo, tras los dos puyazos, el francés y en el quite reglamentario nos dio un susto, afortunadamente sin mayores consecuencias. Pareó muy bien Morenito de Arles, siendo fuertemente aplaudido. Bien empezó labor con la franela, toreando con buen trazo por el pitón derecho, siendo mejor la segunda tanda incluido el forzado de pecho, algo despegado fue la tanda de naturales, siendo prendido al retornar a la diestra mano cuando ejecutaba el remate; demostró buenas maneras en su quehacer más que aseado, por ello escuchó palmas de los aficionados. Entró a matar y dejó una estocada entera en buen sitio, saliendo el novillo sin puntilla, lo mejor de su labor. Fue premiado con muchas palmas, teniendo que saludar desde el tercio.Un pase de pecho del francés Fue una pena que el quinto novillo terminara parándose. Estuvo muy torero al parar con el capote al segundo de su lote y ejecutó dos buenas verónicas como saludo. Se dobló bien al iniciar la labor muleteril, ya fuera de rayas logró que se le aplaudiera al torear por naturales, pero con la otra mano no logró entenderse con el animal dadas la embestidas rebrincadas de su oponente, lo mejor de la faena lo hizo con la zurda, demostró sus buenas maneras y conocimiento del oficio. Con la toledana metió la mano hasta los gavilanes, ejecutado limpiamente la suerte de matar y la estocada fue suficiente para entregarlo al tiro de mulillas. Pese a dejar una buena impresión, se silenció su labor.
Alejandro Marcos con la diestra El mejor parado salió el salmantino Alejandro Marcos ya que le tocó en suerte, el único utrero bueno de tan larga tarde, un novillo colorado, bonito de hechuras, rematado, bien armado, que embistió con nobleza y son, al que saludó con tres verónicas de manos bajas rematada con una media tras la cadera, tras el galleo para llevarlo ante el caballo en que se lució con la vara Alberto Sandoval, escuchando fuertes aplausos por el buen tercio. Brindó al matador Palomo Linares e inició faena con pases por arriba en buen tono, logró ya en las afueras cinco derechazos ligados y el forzado, la primera ovación del festejo, la segunda tanda fue de muy buena caligrafía, otra ovación, con la mano zocata otros tres naturales, largos, corriendo la mano, con la otra mano cruzándose al pitón contrario y en un momento de descuido voló por los aires, sacó raza y valor, toreando valientemente, terminando con un vistoso abaniqueo. Pero no hubo trofeo por el mal manejo de la espada; pero dejamos constancia de su buen quehacer, por ello una nueva y sonora ovación, saludando desde el tercio.Susto para el de Salamanca Pero las cosas cambiaron en el sexto. Un buen puyazo Oscar Bernal, cerró el primer tercio, tras él un bonito y torero quite por delantales de Marcos que gustó al conclave. Brindó al respetable, empezando bien con el trapo rojo y pese a las rebrincadas embestidas el de Salamanca puede con él, escuchando una vez más una ovación al torear por ambos pitones, demostrando que está muy puesto incluso en el epílogo en que se desplantó rodilla en tierra ante los pitones del novillo. Pero nuevamente falló con los aceros, pasando un calvario y lo que pudo ser un triunfo soñado quedó en un silencio.
Brindando a Palomo LInares Pero hemos visto un buen tercio de varas y un excelente par de banderillas de Morenito Arles de la cuadrilla de Clemente.
Mañana dos de mayo, la ya tradicional corrida goyesca, celebrando el levantamiento de los mostoleños contra el invasor francés.
Fotos: Muriel Feiner
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