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Cambió el tiempo y el verano que nos había estado acompañando en este inicio de feria, dio paso a un clima más primaveral y típico de estas fechas y de San Isidro. Nubes y más frescos para la segunda novillada del abono en la que se anunciaba un encierro de El Montecillo. Bien presentados, en general, estuvieron los de Paco Medina, aunque como todos los días hubo desigualdades. Unos más bonitos en tipo y otros, en cambio, (como el lote de Posada) más feos y altos. Por delante correctos, sin exageraciones, pero todos con su trapío y hechuras de toritos. Y en el juego, un día más, la nota predominante fue la mansedumbre. Casi todos mansearon en el caballo y salieron sueltos buscando terrenos de tablas y desentendiéndose del castigo y la lidia. Cuando se quedaron solos, por lo general, mostraron algo más de fijeza. Pero, sin duda, en la novillada hubo la cara y la cruz. La cara se la llevó Francisco José Espada; mientras que la cruz recayó tanto en Posada de Maravillas como en Lama de Góngora. A ambos les correspondió sendos lotes de muy poquitas opciones. Animales mansitos, sin clase, que no se emplearon ni rompieron, que no humillaron y llevaron la cara siempre a media altura o por encima del estaquillador... en definitiva, deslucidos y de poco fondo. El tercero (primero de Lama) fue un manso que a favor de querencia y cuando se le enganchó por abajo se tragó alguno embistiendo con cierta transmisión. Los dos últimos fueron los que más cumplieron en el caballo, pero en cambio no dieron apenas opciones en el último tercio.
El que sí tuvo fortuna en el sorteo fue Francisco José Espada que se llevó un lote de premio. No fue ninguno de sus oponentes un ejemplar sobresaliente, pero sí que le pusieron en bandeja el triunfo. Fueron los típicos toros buenos del encaste Domecq. Además, ambos astados se parecían mucho en las hechuras y el tipo. El primero fue un animal noble y con calidad, pero al que no le sobraba la fuerza ni la transmisión y que terminó venido muy a menos y ya sin humillar. Por su parte, el cuarto, el mejor de la tarde, fue un utrero que cantó su punto de mansedumbre en los primeros tercios (también con claridad en el caballo), pero que sacó fondo en la muleta. Al último tercio llegó con gran nobleza y fijeza, regalando embestidas profundas, templadas y humilladas. Pero que le quede a todo el mundo claro (sobre todo a aquellos que le ovacionaron en pie en el arrastre y que incluso pidieron la vuelta al ruedo): no fue un toro bravo, ni mucho menos. Fue un novillo mansito, pero bueno en la muleta. Nada más.
 Bonito el burraco que hizo tercero
- Bien presentado, serio, ligeramente corniapretado. Algo bizco del derecho.
- Sale con templanza de chiqueros. Es noble y no anda sobrado de fuerzas.
- Cumple sin más en el caballo. No le pegan mucho.
- Justito de fuerzas, aunque noble en el segundo tercio.
- Muy noble y con calidad, pero con la casta y el fondo justos. Faltó más transmisión, pero le puso las cosas fáciles al torero y sirvió para el lucimiento. Buen toro típico de Domecq. Al final ya muy a menos y sin humillar.
(PALMAS EN EL ARRASTRE)
2o: No 12, "Habanero", castaño listón chorreado, 525 kilos, nacido en 09/10:
- Justito de presentación. Basto, no dice nada por delante, sospechoso de pitones. Altito.
- Se mueve sin humillar.
- Aprieta en el peto en el primer puyazo, pero sale disparado después hacia terrenos de manso y confirma esa mansedumbre en el segundo puyazo.
- Muy deslucido en los capotes. Sale con la carita arriba con escaso celo.
- Manso y deslucido. A favor de querencia (tablas) se traga alguno, pero se desentiende y no humilla casi nunca.
(SILENCIO EN EL ARRASTRE)
3o: No 6, "Chaparro", negro burraco, 477 kilos, nacido en 09/10:
- Bien presentado. Bonito y llamativo de capa, tocadito de pitones.
- Suelto de salida.
- Mansísimo en el caballo. Casi imposible de fijar, colocar y meter en el peto y después sale muy suelto y sin querer pelear.
- Sigue manseando.
- Muy manso que se quiere ir, aunque embiste con poder y cierta transmisión. Cuando lo consigue sujetar y enganchar, en ocasiones, humilla aunque siempre con la querencia a marcharse.
(PALMAS EN EL ARRASTRE)
4o: No 13, "Ilustrado", negro, 507 kilos, nacido en 09/10:
- Bien presentado, correcto por delante, de buenas hechuras.
- Sueltecito de salida. Se desentiende de la lidia.
- Manso en varas. Sale muy suelto tras sentir el hierro en el primer puyazo. Derriba en el segundo, pero por la fuerza con la que llega. Sale inmediatamente disparado manseando.
- Galope de manso en banderillas. No es fácil de banderillear.
- Buen novillo en la muleta. Tiene nobleza y mucha calidad en la embestida. Humilla y embiste con profundidad. El manso cuando se quedó sólo respondió con fijeza y buen fondo.
(OVACIÓN EN EL ARRASTRE)
5o: No 23, "Artillero", negro salpicado, 498 kilos, nacido en 08/10:
- Más alto y grandón. Serio, bien presentado. Un torito.
- Frío de salida, no termina de romper.
- Es el que más empuja de todos en el caballo. Mete los riñones con fuerza y la cara abajo en el peto y lleva hasta las tablas al picador. En el segundo también cumple. Lo que no convence es la salida, ya que sale sueltecito.
- Empieza a no humillar y a distraerse y no querer saber nada de nadie.
- Muy deslucido, imposible para el triunfo. No humilla nada, siempre con la cara por encima del estaquillador, sin celo ni codicia. Falta de fondo.
(SILENCIO EN EL ARRASTRE)
6o: No 26, "Cabrero", negro bragado meano, 522 kilos, nacido en 08/10:
- Bien presentado. Menos ofensivo por delante, pero más toro de hechuras.
- Frío de salida, no se desplaza ni rompe hacia adelante en el capote.
- Aprieta en varas y derriba corneando al caballo. Se encela con el animal en el suelo. Le pegan el segundo puyazo en el tendido 1.
- No rompe en banderillas, no da señas de poseer gran clase.
- Deslucido y descastado. Se mueve sin clase ninguna y sin humillar.
(SILENCIO EN EL ARRASTRE)
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