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La vida de José Alfredo Cobo, siempre estuvo ligada al mundo taurino, dentro de la ganadería al principio y después con la ilusión de llegar a ser matador de toros... “Desde pequeño, recuerdo que siempre acompañé a mi padre al campo. Sabía, exactamente, los números de las vacas y de las crías. Cuál era su madre y su padre. En aquel entonces, la loca idea de ser matador de toros, todavía no se me pasaba por la mente”, dice el joven toricantano quiteño que el sábado tomará la alternativa de manos del torero francés Juan Bautista y teniendo como testigo al diestro mexicano Arturo Saldívar, en la encantadora placita “Raúl Dávalos” de la ciudad de Riobamba, ubicada a 189 kilómetros de la ciudad de Quito, durante la primera corrida de la feria “Señor del Buen Suceso”.Toreando con la derecha A los 10 años, aproximadamente, toreo su primer festival. Expresa que no sabe si fue su mejor experiencia pues, la becerra le propinó una voltereta. Recuerda haber pedido agua ya que tenía toda la cara llena de arena y, ahí escuchó a su padre decir “el agua era para los patos”.Remate de pecho en entrenamiento Manifiesta luego, que pasó el tiempo y no quiso saber nada más de ponerse delante de un animal bravo, hasta el día en que, aceptando una invitación para visitar la ganadería de Huagrahuasi. Ese hecho –según dice- marco su vida. Fueron con su padre a la ganadería y, se encontraron con el ganadero José Luis Cobo (a quién ha admirado siempre como torero y como ganadero). En el potrero de los novillos, se le ocurrió al ganadero la magnífica idea de torear un becerro a campo abierto. Continúa contando, que después de disfrutar viendo la suavidad del toreo de José Luis Cobo, le llegó la hora de torear por segunda vez en su vida y sintió el toreo como pocas veces lo ha sentido hasta el día de hoy. “Ese fue el pasaporte a esta aventura, de soñar en ser torero”, lo dijo con toda seguridad.Tentando previo a su alternativa Mucho de su formación la hizo en la escuela taurina de Santiago de Cali, de manos del maestro Alfonso Vásquez II, a quien le está eternamente agradecido. A Cali regresó años después a matar una novillada del certamen "Maletilla de Oro". Estuvo también en Venezuela por dos ocasiones, una de ellas matando la novillada ferial de Mérida (la Feria del Sol). Ha toreado en Perú, en Cajamarca y Chiclayo y, su última experiencia fue en México, donde toreó 8 festejos, entre corridas mixtas y novilladas. “Uno de los días más felices de mi vida de novillero lo viví en México, ya que, corte dos orejas y un rabo a un toro de Las Golondrinas que hasta el día de hoy lo sigo soñando”, expresó.Tentando junto a su hermano “Mi padre, ha sido el pilar fundamental de mi carrera, igual que mi hermano, con quien dimos muchos de los pasos como torero juntos. Mi mamá ha sido siempre mi inspiración. Mi hermana, ha sido mi luz y, mi novia, mi apoyo”, lo dice desde el fondo de su corazón.Durante entrenamiento La afición taurina ecuatoriana ha mostrado su complacencia por esta alternativa pues, se trata de un joven con gran afición y, que se ha preparado con intensidad para poder salir triunfante en su difícil profesión y, más aún, en la tarde de su doctorado. Que haya suerte, es lo que todos le desean y, como lo ha hecho hasta hoy en su vida, que salga para vencer y, salir en hombros con las orejas y el rabo de sus adversarios.
Fotos: enviadas por sus familiares
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