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El recién alternativado Guillermo Martínez, conjuntó en Tlaltenango, Zacatecas, dos faenas de inquebrantable voluntad, tanto que el primero le hizo perder dos piezas dentales del maxilar inferior y le dejó un rayón en el pecho, y por fallas con el acero, todo quedó en una vuelta con mucha fuerza; y tras una faena de plena entrega, con su habitual clase y calidad, oreja. Ante una entrada que logró el lleno en los tendidos, se lidiaron complicados toros de Cerro Viejo. “El Glison”, oreja; y silencio. Fernando Ochoa, quien estuvo fuera de cacho, silencio; y saludó en el tercio. Guillermo Martínez, vuelta con mucha fuerza; y oreja. |
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