(San Isidro 2013) 17/5 - El Espacio de cada Día: Frío
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Gonzalo Ortigosa
Fría nos deja la novillada de Guadaira. Floja y mansa. La frigidez de Madrid adolece de término medio en lo que a la presentación de las novilladas se refiere; o traen novillos que pasan por toros o traen novillos que raspan el serlo. Los de Guadaira no asustaban por espacio. Por casta tampoco.
La terna de ilusionantes novilleros se acota hasta el singular y con nombre propio: Roberto Blanco. Un novillero que deberá aprehender poder pero que ya sabe dónde colocarse y conoce el espacio que se debe pisar si se quiere importar en el tendido. Faenas serias y pertinentes que junto con los pocos rayos de sol que se sintieron en el cono fueron lo único que realmente calentó la abúlica tarde.
Gómez del Pilar se fue a porta gayola en sus dos toros. Ese espacio se respeta con admiración y miedo. Fueron los momentos más tensos de sus faenas. Dos faenas de querer aunque nunca poder. Sus desafíos con Juan Leal a la hora de los quites pusieron emoción a una tarde madrileña que por el contrario se alimenta más de la muleta que de la capa.
Juan Leal tendiendo a alargar faenas que no tienen ni principio ni fin. El público apático asiste a un sinsentido. Arrimado en su primero y aburrido en su segundo. Claro que su lote le exime de toda culpa y sus ilusiones como novillero quizás se puedan retomar tras la presencia en Madrid.
El frío era como para taparse
Hoy Las Ventas era un glaciar. Eso del calentamiento global no va con la primera plaza del mundo. Y cuando digo frío o mentó algún sinónimo digo toreo.