Buena corrida de toros. Seria. Integra. Exigente. Peligrosa. Describir los espacios que han ocupado los toros de José Escolar Gil es describir la esencia de lo que a la tauromaquia se le exige: emoción. Siempre dueños del espacio, siempre ganando el sitio y siempre exigiendo. Ovacionados varios en el arrastre y reconocidos todos de salida.

Era una tarde de expectativas por aquello de denominar a esta corrida dura pero nada más lejos de la realidad. La corrida no fue dura, fue buena. Por el simple hecho de que hayan sido los mal llamados "gladiadores" quienes la hayan lidiado no quiere decir que lo que saltó al ruedo fueron seis bestias. Fue simple y llanamente una corrida de toros. Lo que hoy es excepción tendría que ser regla.

No es fácil estar siempre a la altura, pero rescatamos algo de Rafaelillo

Pero hete aquí que cuando hay toros.... Exagerado sería decir que no hay toreros porque estar estuvieron y lidiaron y pecharon con la tarde pero no se faltaría a la verdad si por torero se entiende aquel que para, se ubica y manda. Eso no ha ocurrido ante ningún animal. Ninguno de los coletudos ha triunfado esta tarde. Y se pudo. Nadie tiro la moneda al aire. Y hay ocasiones en las que se debe si se anhela ser grande. Nadie salió a matar o morir. Nada ni nadie salvo la ganadería de José Escolar Gil salió triunfadora de esta calurosa tarde.

Rafaelillo en su primero ahogo y en su segundo siempre estuvo fuera de donde ocurren las cosas importantes. Pareciera que de tanto corridón y tanta lucha continua este torero se hubiese estancado.

Fernando Robleño ha tenido un lote bueno. Un lote de los que se recuerdan...- Te acuerdas de aquel toro de Robleño en Madrid... si si el primero.. de Escolar Gil... ¡qué toro!... ¡cómo embestía y cómo exigía! Aunque si de exigir hablamos el segundo también... a ese había que obligarle a fuego, jugártela y al cielo o al infierno. -¿Y Robleño? Robleño estuvo firme pero nunca cruzando al otro lado, al lado desde donde se ve finisterre.

Alberto Aguilar muy estoico y mucha firmeza a este dichoso lado. La emoción la puso su lote bien con la cara arriba o bien haciéndole andar más de la cuenta. Nada cuajaba y nada se sentía. Señal inequívoca de que nada pasaba.

Congratulados con los Toros estamos mejor todos.