Ante un lleno que registró la plaza portátil, y con tarde soleada y calurosa con algunas rachas de viento, se celebró un festival de feria en el poblado hidalguense de San Agustín Tlaxiaca. Se lidiaron tres novillos y un toro de Felipe González, bien presentados, todos buenos, con calidad su mayoría y que recargaron con los montados y que el único pecado que han tenido ha sido la justeza de fortaleza.

Luis Gallardo: Vuelta.
Pablo Samperio: Oreja.
Jorge de Jesús El Glison: Dos orejas.
Guillermo González Chilolo: Oreja.

Luis Gallardo ha estado dispuesto desde que saludó de capote al que abrió festejo, al que le pegó un farol de hinojos en tablas, lanceándolo bien a la verónica y llevándolo con dos chicuelinas al paso y recorte, para que tras tomar dos puyazos cumpliendo en su pelea la res, realizara vistoso quite por navarras que no tuvieron toda la quietud, rematadas con una revolera. Brindó a sus compañeros de terna su faena, comenzando por alto, ayudando al novillo que careció de fortaleza, para enseguida correrle la mano por el derecho, en tandas que resultaron templadas y sentidas, con un novillo con clase que repitió con fijeza la acometida pero al que no había que forzar para que no se viniera abajo. Por el izquierdo hubo muletazos estimables que la gente le reconoció, bien rematados con los de pecho. Algunos adornos como cambiados por delante y desdenes que intercaló. Dos pinchazos, y una entera contraria, para dar la vuelta al ruedo.

Pablo Samperio, recibió al segundo con dos faroles de rodillas en los medios, verónicas y bonito recorte de pie que la gente le aplaudió con fuerza. Recibió un refilonazo metiendo los riñones en el peto. Quitó por chicuelinas que resultaron vibrantes, rematadas con revolera que la gente le ha ovacionado con fuerza. Con la muleta inició ayudando al novillo que en la primera tanda su embestida fue calamocheando, defecto que se corrigió cuando lo llevó con mucho temple el torero, en muletazos sentidos y en los que hubo reposo y buen gusto. Por el izquierdo logró muletazos tersos, largos, en la que la última tanda por este pitón fue a pies juntos, que calaron en el ánimo de los asistentes. Molinetes con la mano zurda, para lidiarlo y despacharlo de estocada caída con la que consiguió cortar una oreja con alguna petición de la segunda, y palmas al novillo en el arrastre.

Jorge de Jesús El Glison, pegó un par de trapazos, una verónica por el lado derecho y un remate como mejor pudo. Tomó un refilonazo el animal, que también recargó en su pelea con los montados, para con la franela solamente anotar dos tandas rescatables, una por el pitón derecho y otra por el izquierdo, que tuvieron temple, buen concepto del toreo así como largueza, pero lo demás, ha desaprovechado a un buen novillo que tuvo fijeza, que repitió la acometida con recorrido aunque lo hiciera con la cara a media altura, parte porque era corto de cuello. Trapazos sin ton ni son así como desplantes y detalles en los que le perdió el respeto al animal. Certera estocada que le validó cortar una oreja, y una más ante la fuerte insistencia de la concurrencia. Ovación en el arrastre al novillo.

El cuarto fue un toro con toda la barba, hondo, largo y bien armado, con 540 kilos, negro listón chorreado que tocó en suerte a Guillermo González Chilolo, que ha estado bien al torearlo con le percal rematando con una revolera, pudiéndole a la embestida poderosa de la res. Tomó un largo puyazo, siendo aplaudido el picador que ha estado bien, realizando un templado quite por navarras rematadas con una apurada revolera, con que se hizo ovacionar. Banderilleó con dos buenos cuarteos y un violín impecable con el que se hizo ovacionar fuerte. Con la muleta, con otro animal que tuvo las fuerzas justas pero calidad y obediencia, estuvo haciendo las cosas bien y toreando con pases que tuvieron temple y buen trazo, con remates como los de pecho y adornos como la vitolina, molinetes invertidos y los de trinchera. Vino a menos el animal, que además rodó por la arena un par de veces, queriendo buscar su querencia, instrumentando entonces manoletinas que completaron su faena larga, y que aunque luego de lidiarlo señaló dos pinchazos y certero golpe con el descabello, cortó una oreja, siendo aplaudido el toro en el arrastre.