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Cortijo "La Rueda". Entrada de media plaza en la que se lidiaron en festival benéfico novillos serios de César Barbabosa y uno de Gonzalo Martínez, buenos en términos generales y con nombres alusivos a "Cielo Abierto" Casa Hogar.
El Glison, vuelta al ruedo con los Forcados de Celaya. Alejandro del Olivar, palmas. López Díaz, oreja protestada. Curro Ayala, una oreja. Iván Ureña, ovación en pleno aguacero.
El niño torero sanmiguelense Francisco Martínez ya no actuó por las inclemencias del tiempo. Estuvo acertado en la brega y en banderillas el novillero capitalino Jaime Adrián.
Abrió plaza el novillo "Cielo", al que "El Glison" rejoneó a su muy peculiar estilo y con su vestimenta al estilo "Ignacio Allende" que lució durante la obra teatral del año del Bicentenario. Colocó sólo un rejón de castigo en su estrito sentido, lo demás fueron una especie de farpas y posteriormente llevó al astado a la grupa con un "estandarte" con cascabeles como si fuese marsellesa. Posteriormente, se bajó del caballo y con permiso del juez, el profesor Felipe Camargo, tomó la muleta y lidió con su tan personal manera de concebir el toreo y mató con el estoque tras la pega de los forcados.
Polémico, ahora también como rejoneador Rafael Rodríguez "El Rata", por parte de los Forcados Celayenses, pegó al primer intento, dejando el grupo nuevamente buen sabor de boca en su afición como lo hicieron en diciembre del año pasado en su reaparición en este mismo cortijo. El segundo de la tarde fue "Abierto", al que Del Olivar recibió con bonitas verónicas y quitó por chicuelinas. Brindó al ganadero César Barbabosa. No obstante, durante su labor muleteril fue alcanzado por el novillo sin pasar a mayores el percance. Logró buenos derechazos y bonitos naturales a pesar del arropón. Optó por una faena y tras pinchar en tres ocasiones dejó una estocada entera tardando en caer el burel. Todo quedó en palmas agradeciendo su labor.
Firme el cierre con la media El español López Díaz recibió a la verónica a "Casa Hogar", nombre con el que muchos taurinos deberíamos identificar a nuestro toro bravo, estando muy torero y con clase. El novillo de Gonzalo Martínez hizo de las suyas derribando en dos ocasiones al picador con fuertes derrotes, quien ya no volvió a salir con los siguientes alternantes. López Días hizo faena por ambos lados y tras torear por alto estoqueó calando al astado y tuvo que lanzarse nuevamente para dejar el acero en buen sitio. Escuchó un aviso. Le fue concedida una oreja y luego de que un sector del público la protestó la tiró y dio una vuelta al ruedo con la ovación de llos aficionados guanajuatenses. Curro Ayala veroniqueó con alegría a "Niño", novillo de muy bonita estampa muy característica de la vacada de doña Celia Barbabosa (q.e.p.d.), Con la muleta lidió por ambos lados sintiéndose a gusto y bordando la faena más emotiva de la tarde. Dejó una buena estocada justo cuando ya la lluvia estaba en todo su esplendor y recibió una merecida oreja.
Intentándolo todo Salió el quinto de la tarde que tocó en suertes a Iván Ureña, hora en que el aguacero no cedía y contra la naturaleza nada puede hacerse, por lo que concluyó el festejo y ya no pudo salirle a la vaca el niño torero Francisco Martínez, quien demostró talento en la Feria del Bicentenario el pasado septiembre en San Miguel de Allende.
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