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La ruptura de Luis Vilches con su ya ex apoderado, Santiago López, pone de manifiesto que en Agosto también son posibles estas cosas. Hace dos días nos enterábamos de la de Luis Miguel Vázquez con José Ignacio de la Serna, tras cinco años y ahora, esta otra tras casi solo cinco meses. Estas situaciones delicadas, pues suponen la no consecución de las expectativas que los toreros tienen, avalan la idea de que los contratos de apoderamiento deberían de gozar de mayores garantías jurídicas. Eso de que “lo hemos sellado con un apretón de manos”, termina deshaciéndose con un apretón de qué?. Deseamos que Vilches encuentre la suerte que merece como torero, pero no parece que estas reacciones en cualquier momento, sean buenas consejeras. La planificación, casi siempre, es a medio o largo plazo. Y con esto no queremos defender a Santiago López, pues en esto nunca se sabe el trasfondo ni la realidad, pero sí permitir que las acciones de apoderamiento tengan una mayor base rigurosa y jurídica. Parece que lo de los apretones no es muy serio finalmente. |
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