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Saltó primero al ruedo con la divisa de los hermanos Lozano, pequeño y rajao, y manso. Delicatesen. Los cinco de El Cortijillo fueron desiguales en todo, trapío, juego y posibilidades. Para quien escribe, la corrida tuvo tintes de Poltergeist asi que leeré con atencion las letras de mis companeros. Con ello, posiblemente haya saltado al ruedo de Madrid el mejor toro de los seriales; hacía segundo y de nombre Grajito II, 538 kilos. Repetidor y noble a partes elevadas e iguales. Lo que deja Miguel Abellan es dignidad torera y lo que a buen seguro se lleva es toreo en la memoria. A su manso primero se arrimó y, a pesar de espaciar de un lado para otro, la faena tuvo su particular orden y concierto. Y a su también manso pero espectacular acompañante segundo le dio pases y hasta tandas de mucho mérito que llenaron mas al torero que al tendido por aquello de la escasa transmisión que llevaba el burel. Si no mata mal otro gallo hubiese cantado. Juan Bautista bailó con la mas guapa pero le pisó los callos hasta en tres ocasiones; faena de altibajos, de tocar el cielo y el infierno. Con su segundo colaborador pegó tantos pases que levantó el silencio. Parece mentira que con las rebajas declaradas de la plaza de toros de Madrid un toreo que solo acompañó a sus toros y hasta con evidentes deficiencias haya abierto la Puerta Grande. Quizás fueron las estocadas, ninguna con honores, o quizás que todos queremos que el prójimo sea feliz, quizás, quizás, quizás. El mexicano asusta hasta el miedo, ni se mueve. Los demás lo palpamos Valor para verte, mirarte y aguantar la mirada Arturo Macias. Ni sereno ni quieto ni adjetivo superlativo, valor del puro y del duro, como el chocolate hasta en lo negro. Y para colmo le tocó como segundo la fiera, se juntaron el hambre con las ganas de comer. Faena tensa y de mucho miedo pues cualquier espacio, cualquiera, era de terror.
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