Se han lidiado seis reses variadas de tipo y comportamiento: las cinco primeras de Victoriano del Río, la lidiada en sexto lugar de Toros de Cortés, del mismo encaste y propietario... Hemos estado deshojando la margarita toda la tarde: ¡sí!, ¡no!, ¡sí!, ¡no!... Hasta que saltó el quinto, que fue un buen toro en la muleta. El juego de los toros nos ha parecido más interesante en la segunda parte del festejo con los matices que relatamos en esta reseña...

Distante se lidió en primer lugar, tocó en turno a José Pedro Prados “El Fundi”, era negro listón, de poco remate aunque bien armado. Embistió rebrincado de salida, se ceñía y pesó en el saludo. En el caballo se mostró bronco por falta de poder. En banderillas sacó furia y se dolió. Sólo embistió con codicia y por bajo en los primeros compases de la faena de muleta, luego se puso defensivo y punteó. Buscó por el lado izquierdo, fue difícil al desarrollar genio y sentido y asechó a Fundi durante la faena.

Empanado fue el segundo de la tarde, pese a estar armado en delantero y astifino era justo de trapío, más lleno que cuajado de carnes. Empanado saltó como su nombre indica, además de soso y distraído, que repetía a su aire. Veloz se fue de naja del primer encuentro con el caballo y después es picado en pleno desorden. Fue repetidor en quites y esperó en banderillas. Mostró dudas en la repetición, y cuando lo hizo, fue con cierta violencia. Mejoró durante el trasteo yendo a más aunque le faltó claridad. Fue de comportamiento manso y descastado y de arrancadas secas que dieron emoción a la faena. Sebastián Castella fue su lidiador.

Caralinda fue lidiado en tercer lugar por Miguel Ángel Perera. Caralinda estaba bien armado, era veleto y mostraba seriedad, lo que no mostró fue bravura en el saludo, y, por el contrario, flojedad. Le castigaron poco en el caballo, le dejaron crudo, sólo tomó una vara en regla en la segunda entrada de la que salió huido y manseando; en las otras dos buscó la grupa del caballo eludiendo el castigo y derribó en la tercera con esa argucia. Por estar poco picado sacó pies en banderillas y se movió. Manseó desde el inicio del último tercio, flojeó y perdió dos veces las manos. A caída por tanda salía la media –contamos cinco palotes en nuestros apuntes-  y costalada final de remate. Fue un manso descastado que no tuvo lidia por invalido.

Mejor fue la segunda parte de la corrida, dieron más juego.

Fundi lidió a Enamorado, descarado y desarrollado de cara, serio; castaño, cambió el pelo de la corrida, sus hermanos fueron todos negros, tres de ellos listones. No se emplea Enamorado, sosea y sale suelto de los lances de recibo. Ganó fijeza en el galleo al llevarle al caballo y empujó bien y abajo en la primera entrada; le taparon la salida en el segundo y salió najado al ver la escapatoria. Tres veces entró a varas y en ninguna se empleó con bravura. Apretó para dentro y echó la cara arriba en banderillas. Con violencia y sin entrega inició la faena de muleta. Fue ganando fijeza y embestía y mejoró a medida que evolucionaba el trasteo. Brindó buenas arrancadas por el lado derecho. Por el lado izquierdo se mostró rajadote y aunque repetía lo hacía con cierta sosería. Nos pareció bueno -quizás mentirosillo-... dio buen juego y tuvo fondo en el último tercio, fue noble y colaborador al que le faltó casta.

'Pudoroso' fue un gran toro en la muleta y no se le sacó todo lo que llevaba

Pudoroso fue un gran toro en la muleta, quinto de la tarde -como debe ser, o era antes-, segundo del lote de Castella, serio, cuajado, armónico y de cara recogida. Embistió con casta desde la salida llevando el rabo atizando el aire. No fue bravo en el caballo ni le castigaron. En la brega se arrancó con alegría y se dolió en banderillas. En la muleta fue espectacular, se arrancó de largo en vibrantes arrancadas. Siguió con encastada embestida por el lado derecho; por el izquierdo se templó más y embistió con más profundidad y haciendo el avión. En la distancia corta certifica su bravura y sigue arrancándose a los cites. Fue: fijo, pronto, alegre, repetidor y de fondo bravo y encastado en la muleta; estos caracteres demuestran que fue completo en ese tercio.

El sexto estaba bautizado como Cochabamba, aunque serio y astifino de púas, le faltaba remate por detrás. Repite y flojea en el saludo y le miden en varas. Había perdido las manos al salir del caballo de la primera entrada, pero saca pies en banderillas y acude pronto. Se arrancó de largo... después, por el derecho se rebrincó, le faltaban fuerzas. Fue templándose a medida que avanzaba la faena de muleta. Sacó casta y fue embestidor en el último tercio soportando un largo trasteo, pero transmitía poca emoción.

Que se está intentando bajar el trapío en Las Ventas es evidente, el medio toro se está tapando por los pitones; en unos casos, por estar éstos desarrollados y en otros por ser astifinos. Hoy hemos visto como el primero de la tarde, que mostraba una presencia aceptable de salida, tras perder parte de los pitones después de una voltereta, nos trajo a la mente el toro de los años sesenta. Que no vuelva.