Con 1/3 de entrada se han lidiado 5 novillos de Los Guateles y un remiendo de El Cahoso, que se jugó en quinto lugar, todos ellos, mansos, complicados, descastados y con nulas opciones para la lidia.

Jorge Arellano, saludos en su lote, después de petición minoritaria.

José Manuel Sandín, saludos y saludos tras aviso.

Tomas Preciado, silencio en su lote.

¿Y ahora qué?, esa es la pregunta que se harán estos tres novilleros, sobre todo los dos primeros, que llevan varios años, soñando con venir a Madrid y cuando por fin lo consiguen, se topan con una moruchada de los Guateles, que lo único que les permite es jugarse la vida, para demostrar que han venido a Madrid con todas las ganas del mundo.

Así, que de la novillada de ayer, nada que contar, o mejor, algo que contar, que en el ruedo hubo tres chavales con toda la ilusión del mundo y a los que ahora, hay que decirles, “ahora, palante”, que lo de ayer sólo tiene que ser positivo y nunca negativo.

Si alguien tiene que puntuar negativo, ese sólo es el ganadero.