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Hoy parecía que estuviésemos en el 2004. Han pasado doce meses de calendario y sin embargo una empresa nueva en Madrid había caído en el mismo error de la de hace un año: los toros (?) de Bobórquez (que así los llamamos en el 7) se habían cargado la tarde. Tres toreros favoritos del público venteño, cada uno por motivos distintos pero los tres muy queridos en Madrid, se han estrellado con la corrida de los mulos murubeños de don Fermín Bohórquez. Descastados, blandeando siempre, sin emplearse jamás en el caballo (por esa razón no se derrumbaban completamente), llegaban a la muleta sin posibilidad de embestir. Sólo al segundo le pudo intentar algo Cepeda pero en seguida se aburrió. Al llegar al último de la tarde, la gente, harta ya de tanto morucho y decepción acompañó las protestas del 7 y por fin el presidente accedió a sacar el pañuelo verde. Al menos, el manso pero encastado sobrero puso en apuros a Uceda y hubo algo de emoción, lo que era impensable con ninguno de los titulares. A propósito ¿quién colocó a Esplá en el cartel de estos bueyes de carreta? Y decían algunos que se consideran profesionales que las combinaciones de toros y toreros eran las mejores. Venga ya. Lo malo es que los del 7 ya lo habíamos advertido, incluso a la nueva empresa, que ciertos hierros no pueden venir a Madrid todos los años para fracasar una y otra vez. Y no nos hicieron caso. Pero ya verán ustedes cómo volverán esta y otras ganaderías de las que previamente habíamos anunciado el fiasco. Son las que les gustan a los toreros de hoy porque ni molestan, ni les crean problemas (hoy Uceda se cayó en la cara de uno y éste le miró asombrado sin inmutarse) y además en otras plazas les permiten cortar las orejas. Solo “El Chano” estuvo enorme en banderillas, demostrando que actualmente es el número uno con diferencia (sin necesidad de las carreritas, saltos, violines y numeritos gimnásticos de otros, incluido “El Fandi”). Lo dicho, parecía que estábamos en el túnel del tiempo y no había pasado el último año. Sólo las canas y arrugas nos sacaban del error. Los del 7 salíamos menos decepcionados que el resto de la plaza, pues lo habíamos anticipado. Estos bueyes no son toros de lidia y no deben venir a Las Ventas mientras sigan así. |
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