José Ortiz vino a este mundo en Guadalajara un 13 de diciembre de 1902, años después la familia se va a vivir a la ciudad de México, donde José, junto a sus dos hermanos, Manuel y Francisco, estudiarían en el Seminario Conciliar de la capital.
Un día Pepe Ortiz, (quien fue aficionado del canto) se presentó como Patiquín, luciendo un traje de luces, observándolo Don Arturo Doblado le preguntó si no tenía afición por el arte taurómaco. Un día lo lleva a la ya desaparecida plaza de toros de Tlalnepantla, actuaban los maestros Luis Freg y Juan Silveti; pero después de la corrida le comentó Pepe a Arturo Doblado que no le gustaban las corridas de toros y que prefería hacer películas en el cine.
Arturo Doblado no le prestó al entonces pequeño Pepe y lo llevó a otra corrida de toros. Esa tarde toreaba Ernesto Pastor y Pepe salió de la plaza decidido a hacerse figura del toreo. La primera vez que enfrenta a un toro fue en Santa Clara, Estado de México, en el año de 1922, fue el triunfador en la temporada de 1924. Tomó la alternativa un dos de noviembre de 1925, de manos de Manuel Jiménez «Chicuelo», en «El Toreo de México», con el toro «Garboso» de la ganadería de «Atenco».
En España le da la alternativa Juan Belmonte en la plaza de Barcelona el 20 de junio de 1926 y la confirma en Madrid el 10 de julio de 1927, siendo su padrino José Roger «Valencia», con bureles de «Peñalver».
Un día dos de noviembre de 1927 llegan a enriquecer el toreo sus lances que se conocen como «Tapatías», esa tarde toreaba mano a mano con el maestro Fermín Espinosa «Armillita», en «El Toreo» en la Ciudad de México. En esa plaza alternando con Manuel Jiménez «Chicuelo», inventó, con el toro «Artillero» de «San Diego de los Padres» la suerte capotera de las «Orticinas».
En una corrida, mano a mano con el matador de toros Joaquín Rodríguez «Cagancho», a un toro de nombre «Duquecito» de «La Laguna» salió a relucir «el quite por las afueras».
El 13 de diciembre de 1930, en la Corrida Guadalupana, creó las «guadalupanas» y en la temporada 1933-1934, en la corrida de la Oreja de Oro, dio a lucir «El quite de Oro» con ese bello y único toreo de capa que nadie ha podido igualar, y al final se alzó como el triunfador de esa tarde.
Pepe Ortiz dijo adios de la afición tapatía en la Plaza de Toros «El Progreso», el primero de marzo de 1942, en una corrida de mano a mano con Lorenzo Garza «El ave de las tempestades» y toros del Rancho Seco. Su despedida de los ruedos fue en «El Toreo» el 14 de marzo de 1943, también alternando con Lorenzo Garza, lidiando toros de «La Laguna», el toro del adiós se llamó «Espía».
Un gran torero que recorder, inventor de bellas suertes capoteras, en nuestros escritos de toreros de ayer: Pepe Ortiz, «El Orfebre Tapatío».