En la Temporada de La Florecita se han presentado dos encierros con la catadura para cualquier plaza del mundo; toros para Madrid, Sevilla, etc. Toros con edad, trapío, cara, y con las demás características que debe tener el toro de lidia. El toro verdad.
Hasta el momento cuatro toreros se han presentado y sólo uno ha pasado la prueba, Atanasio Velázquez, pero su segundo toro le echó mano precisamente porque era un toro, porque tenía las complicaciones de la edad, ese toro que no perdona y que desarrolla sentido. El toro verdad.
De Miguelete no se habló gran cosa y es que no hubo mucho que hablar de alguien que toreó 200 novilladas las cuales no se vieron reflejadas. José Serrano y Ricardo Adrián, simplemente a dedicarse a otra profesión y estoy de acuerdo, son toreros que torean poco, pero que de verdad no fueron llamados para esto del toro, y que desperdiciaron el encierro de San José pero, qué hay de aquellos toreros, matadores de toros, que desperdician auténticos becerros. Hay que decir la verdad.
Desafortunadamente la prensa vendida o comprada, la que atiende compromisos o como usted quiera llamarle, es la encargada de crucificar a quien torea poco y obviamente no apoya con el sobre, en cambio enaltecen a aquellos que poseen un gran respaldo económico aunque carezcan de talento.
El triunfo del Cuate Espinosa en La Florecita, el año pasado, con toros de verdad, fue importante pero no tuvo la repercusión esperada, menos aún la de Humberto Flores en la Plaza México que lidió los pocos toros presentables de la Temporada y los cuajó y qué pasó, nada, sigue parado, no torea. Triunfos de verdad.
Que hay de toreros que están casi diario en el campo y torean cada ocho días de luces y desperdician novillitos engordados, porque eso es lo que torean. Casos como el de Alejandro Amaya, Leopoldo Casasola, Ignacio Garibay, Mario Zulaica, al Capea hijo, etc., por mencionar a los que desperdiciaron becerros en la Plaza México y torean seguido. A ellos no los crucifican, sólo le echan la culpa al ganado y les siguen esperando. La verdad, tanta oportunidad no da cualidades.
Qué va a pasar en Aguascalientes en la feria de San Marcos; me pregunto si la prensa seguirá tapando engaños, sometida a compromisos e imposiciones. Tapando también a los veteranos, a las figuras añejas como Cavazos, Gutiérrez, Armillita... que también lidian animalitos con apariencia de erales engordados artificialmente.
Pero qué pasa con tapar también al propio ganadero, si recordamos al astado que llamaban bien presentado fue el que lidiaron las figuras en la Plaza México y si el público los protestaba era porque confundían, según ellos, el toro chico con el toro chaparro con trapío, pero tampoco lo pudieron hacer en todas las corridas. La verdad, compromisos con la empresa para que no los echaran de la plaza como sucedió con algunos colegas.
Si recordamos ese becerro que se lidió en México, este no transmitía peligro, sólo provocaba pena y vergüenza, era un toro que daba topes como chivo y no embestidas. Cuando tenía a la presa a su merced la olía y la acariciaba con los belfos, en cambio el toro en La Florecita, el de verdad, no perdona. No quiero heridos cada tarde, sólo grandeza en la fiesta.
La honestidad, el periodismo taurino ético, es también el que va a exigir toros de verdad y va a reconocer a los toreros que valgan por sus cualidades y no por la economía. No crucificará a quien no lo merece, sólo hablará del que vale como torero y como ganadero, los demás, a otra cosa.
Hablar y exigir la verdad de las cosas hará que la gente, los aficionados y el gran público vuelva a creer en la fiesta y regrese a las plazas, eso se lo aseguro.