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CURRO ROMERO: “Ahora los toreros tienen más miedo a los empresarios que al toro” |
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Cuando Curro Romero cumple 60 años desde su alternativa, en forma pública ha expresado, “ahora los toreros le tiene más miedo a los empresarios que al toro” y, viniendo de él, que fue un torero artista como pocos pero, que cuando el toro no salía por el embudo de los sustos a su gusto, abreviaba siempre pues, como todos conocíamos que su “valor era medido”, me parece a mí, con todo el respeto que merecen quienes se han vestido y se visten de luces, una verdadera “bofetada”. Pero, si analizamos un poquito más a fondo, creo que tiene mucha razón, ya que, los carteles, los toros, las plazas etc. etc., salvo la palabra de una que otra “figura”, es el empresario quien dice lo que debe hacerse. Efigie de Curro Romero en Sevailla. Foto archivo En el mundo del toro bravo, cada uno de los estamentos tiene que cumplir su función y, por lo tanto, realizar lo que tiene que hacer. El empresario taurino es quien con dinero organiza los festejos taurinos de todo nivel y, para ello, debe contar con el coso taurino pues, es el sitio donde se cumplirá con el o los festejos. Debe tener los permisos correspondientes, de acuerdo a lo que dispongan las leyes pertinentes, en cada uno de los países y de la localidad correspondiente. Tiene que contratar a los astados, a los toreros, a las cuadrillas, a los monosabios, a la banda de música, a los trabajadores varios y, en general, a todo lo que se requiere para el éxito del festejo, tal es el caso de la publicidad y encargarse de la venta de entradas.
Los toreros, tienen que aceptar o no los contratos que les ofrecen. En ellos, pueden seleccionar ganado, alternantes, etc. Pero, bajo ningún motivo, pueden presionar, peor obligar, a cambios diferentes pues, la única forma de hacerlo, se convertirían a más de toreros en empresarios. ¿No les parece? Los ganaderos, tienen que enseñar al empresario y a la autoridad el ganado del que disponen y, los precios correspondientes. Igualmente, si les compran formulan y firman los contratos pero, en caso contrario no. En lo restante, creo que quien tiene “la sartén por el mango”, siempre será el empresario pues, es quien hace los carteles, con los toreros y los toros contratados.
Pero de ahí, que los toreros “sufran” para que los contraten y, por ello, den paso a lo que ha señalado Curro Romero, creo que existe una diferencia. Cuando vivía mi abuelo materno, de eso ya hace 65 años, me decía ante una pregunta mía de que ¿cuál es el mejor sueldo?, él me decía sin ambages: “aquel al que lleguen, tanto el empresario como el trabajador”. Y yo, siempre tuve esta respuesta en mi mente, ya que, es la verdad absoluta. Pues, ningún empresario puede obligar a un torero a aceptar un contrato que él no desee, igual como, ningún torero tiene que aceptar un contrato que le entregue un empresario, sino es su voluntad considerar que es justo.
Señores toreros, con el respeto y admiración que les tengo, no solo por lo que representan, sino fundamentalmente, por lo que en realidad son como seres humanos y como artistas de la fiesta brava, no permitan que una afirmación como la de un colega en pasivo, y que fue una de las máximas figuras del toreo, alguien vuelva a repetirles; ya que, de eso pueden tomarse los “seres raros”, como yo les llamo a los enemigos de la tauromaquia. Por favor, entréguense siempre con su cuerpo, alma, habilidad y conocimientos a cada una de sus presentaciones, para que, los buenos aficionados disfrutemos de la mejor de las fiestas, que tanto amamos. Que Dios reparta suerte.
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