S.I.18.- Se celebró hoy el festejo número trece de la Feria de San Isidro. Segundo festejo de rejones en concreto. Un mano a mano entre dos de los mejores rejoneadores del momento, Diego Ventura y Leonardo Hernández.

Para muchos el 13 no es número de suerte, aunque haya una minoría que no recelen de él. No sabemos si los actuantes son supersticiosos, pero la tarde no ha sido, en nada, como querían. Tampoco para la empresa, que se supone que con ellos en el cartel esperarían un llenazo a reventar, no fue así ni mucho menos.

Decepciones, ya ven, antes de empezar. Luego los toros de San Pelayo, propiedad del Niño de la Capea, no dieron el juego que de ellos se esperaba, por lo que el ganadero tampoco debe estar muy feliz. El trece ha marcado a todos los intervinientes.

De ello no se han librado ni los caballos, ya que más de uno han sido presas de los pitones y en un caso a punto se ha estado de descabalgar a Diego Ventura.

No se han librado los dos caballeros de reiterados fallos en banderillas, largas o cortas, y con el rejón de muerte, incluso con el de castigo. Demasiados fallos para tan afamados y expertos toreros a caballo.

Lo cierto es que han tenido que emplearse a fondo para superar la mansedumbre mostrada por los toros de la tarde, huidizos de entrada, el cuarto saltó al callejón y lo intentó varias veces más, si no se les encelaba arriesgando se aburrían y en cuanto podían se iban a tablas.

Diego Ventura en hombros. La 15, así logró superar el 13. Foto: Plaza1

Diego Ventura ha cortado dos orejas, una y una, lo que ya da idea de lo difícil que se les ha puesto el triunfo, a quienes con tanta frecuencia se les otorgan los premios en versión doble.

Leonardo tuvo que hacer un gran esfuerzo para no irse de vacío en el último y a pesar de fallar con el definitivo en el primer intento, el público le ha premiado su demostrado esfuerzo.

Una tarde, la trece, aun batiendo el record de trofeos en una tarde en esta feria, se ha quedado muy corta para lo que de un festejo así se esperaba.