S.I.18.- En el mundo taurino hay muchos dichos que son fácilmente reconocibles. Uno puede ser ese de darle la vuelta… a un toro, por poner un ejemplo.
No, eso no ha sucedido hoy con la corrida de Alcurrucén. Un conjunto de mansos nos enviaron los hermanos Lozano a Las Ventas y hubo que padecer sus huidas, sus carreras y el desorden que todo ello produce en la lidia. Luego llegado el último tercio, se frenaron y dieron por bueno el estar más tiempo parados que embistiendo. El que más y mejor embistió fue el segundo y le tocó a Joselito Adame.
Pero el mexicano también pudo darle la vuelta... a su actuación de su primero con la tenacidad mantenida en su segundo. Este era manso de solemnidad, nada quería, ni quiso, durante la lidia y así era en la faena del hidrocálido, pero… a ese toro pudo darle la vuelta... y encontrando el terreno adecuado, cerca de chiqueros, y no quitándole la muleta de la cara, le endosó varias series de derechazos que los asistentes dieron por muy bienvenidos cuando era inimaginable que los esperasen. Un espadazo fulminante, aunque también muy defectuoso, hizo aflorar los pañuelos y así cayó la oreja de la tarde. Con el resultado de la actuación global Joselito pudo darle la vuelta... a su anterior comparecencia, al tiempo que empatar con su hermano Luis David.

Miren como pudo darle la vuelta el de Alcurrucén a Curro. Foto: Plaza1
Si a los toros se les puede dar la vuelta... a los toreros también. Eso hizo el de Alcurrucén que abrió plaza con el diestro de Linares. Una voltereta entera sufrió Curro Díaz cuando tropezado por el toro cayó al suelo. Hizo por él, lo empaló y lo lanzó a los aires como el que lanza una pluma. Al cuerpo del linarense pudo darle la vuelta... el toro, sencillamente por su fuerza descomunal. Por suerte, y tras la conmoción, volvió al toro y le recetó algunos pases marca de la casa. En su segundo no puedo sacarse la espina pues embistió menos que el primero, pero puede darle la vuelta... el próximo martes cuando regrese a Las Ventas.
Juan del Álamo estuvo mal en su primero, desconfiado y premioso pero pudo darle la vuelta... a la situación en el último estando firme y algún momento lucido. Tiene una tarde más y pude darle la vuelta... a su actuación en esta feria que, de momento, arroja peores resultados que el pasado año y los anteriores.
Lo más difícil, casi imposible, es darle la vuelta... al estado general de la Fiesta. O toros bobos o toros mansos y descastados es lo que hay. Claro que para eso la solución ya se ha dado en esta feria. Si el toro que sale no le gusta a los toreros, el presidente que se encargue de echarle otro que les guste.