Hace unos días un desquiciado asambleísta de PRI en la Ciudad de México, de cuyo nombre no quiero acordarme, decidió que la Fiesta de los toros en esta ciudad capital, debería de ser eliminada, porque así lo cree él, y porque además... palabras más... palabras menos, los aficionados taurinos somos una especie de enfermos.
Sólo que se le ha olvidado a este susodicho, que, para empezar, la presidente del PRI, Beatriz Paredes Rangel, el líder de los senadores del PRI, Manlio Favio Beltrones, entre otros importantes integrantes del Partido Revolucionario Institucional... son víctimas de la sublime locura por el arte de la tauromaquia, y por tanto, quedan encuadrados en todo ese absurdo, ilógico e inoperante mar de insultos, que lanzó ese asambleista priísta.
Salvo mejor opinión, la respuesta tiene que ser necesariamente grandioza... grandilocuente en toda la geografía taurina, y no existe mejor manera de responder, que, primero, y como situación fundamental, aparezca el AUTÉNTICO TORO en todos los cosos taurinos mexicanos.

El auténtico toro da respeto y grandeza a la Fiesta
No hay de otra.
Entendemos a los señores empresarios la presión que ejercen ciertos toreros ultramarinos, que les obligan, para ser contratados el pequeñajo cómodo, de lo contrario no firmarán, y por consecuencia, el público reprobará a los empresarios por no haber conseguido a los toreros representativos del otro lado del charco.
¡Vaya disyuntiva!
Lo que no se entiende es por qué si en España y Francia enfrentan auténticas catedrales, vengan a México a buscar afanosamente la comodidad, afirmando que esa es la Fiesta Mexicana, en lugar de exigir y poner el ejemplo, de lo que la verdad debe imperar en el espectáculo taurino.
Porque sin lugar a dudas pueden, tienen toda la capacidad para enfrentar al toro de verdad, y regalar al paladar del diletante taurino... imponentes propuestas.
Por el contrario, al verles con toros empequeñecidos por decisión propia, se perciben toreros ultramarinos empequeñecidos, sin la gloria y grandeza que les revisten sus triunfos fundamentalmente en la Península.
Por ello, con el apoyo de los toreros ultramarinos, y recordando que TODOS LOS JÓVENES TOREROS MEXICANOS tienen la capacidad, valor y decisión de enfrentar al auténtico toro, esto... justamente esto de enfrentar al TORO, al traducirse en un espectáculo pleno de dignidad y de respeto, será la mejor respuesta a todos aquellos que intentan denostar y acabar con nuestra amada Fiesta.
Sí, será la mejor respuesta a esa gentuza que como el asambleísta priísta, buscan más esta situación como mero medio publicitario, para darse a conocer más allá de su entorno familiar.